En este caso podría ser el Vecino que preguntaba, o el santarroseño inquieto.
Las audiencias públicas aparecieron en la Municipalidad con la gestión de Francisco Torroba. Los funcionarios decidieron hacer una puesta a lo que ellos mismos presentaron como una herramienta interesante para estimular la participación ciudadana y lograr cierta transparencia en las decisiones públicas.
Las primeras audiencias sirvieron, en general, para imponer decisiones que los funcionarios municipales ya estaban dispuestos a tomar: el aumento de las tasas, por ejemplo, que a esa altura era una resolución imposible de esquivar.
Desde entonces, y aunque hubo algunas otras de esas reuniones de debate cívico y republicano, el interés de los funcionarios por las audiencias públicas, la participación y la transparencia se fue achicando.
Era lógico, por otra parte: se terminó la luna de miel con el oficialismo local, la oposición comenzó a pensar también en el año electoral...
El asunto es que la Municipalidad parece haber dejado el asunto de las audiencias públicas para otra ocasión, o para otra gestión.
El asunto Villa Pampa, que tan polémico resulta que hasta divide aguas en el propio FrePam (Leandro Altolaguirre y el Socialismo son soldados anti-Villa Pampa, mientras varios popes del FrePam creen que sería un "progreso" para Santa Rosa), no ha sido estimulante para que Torroba y los suyos llamen a los vecinos a discutir. A tal punto que ha sido la Universidad la que convocó a un debate de profesionales.
¿Será entonces que las audiencias públicas, herramienta de transparencia y participación, sólo son convocadas cuando las decisiones pueden cantarse de antemano y coinciden con las ideas del funcionariaje?