Golpe a golpe

La piña que la crispada Graciela Camaño de Barrionuevo le metió al diputado Carlos Kunkel da para todo.
Algunos medios, por ejemplo, la hacen formar parte de una supuesta saga de la "violencia política durante la era K", incorporándola a otros episodios de este tipo que tuvieron lugar en distintos puntos y con diferentes personajes.
Todavía no habló nadie que, en afán de defender a la legisladora esposa del gremialista que había prometido no robar por 2 años, haya hablado de "justicia poética".
Pero algunos estuvieron bastante cerca. Por ejemplo, Hilda de Duhalde (la Chiche, otra que tiene esposo en la política) interpretó muy suelta de cuerpo que había sido "una piña bien puesta". Mauricio Macri, chico ricachón, no se guardó el chiste sobre el tema: "ni siquiera lo noqueó", dijo Mauri, como si él estuviera acostumbrado a batallas campales de barrio.
En fin...
Pero tal vez uno de los detalles más apetecibles de las repercusiones haya sido el artículo del diario Perfil, que -créase o no- presentó un "análisis de especialistas" (¡sí, en serio!). A simple vista uno imagina que son especialistas en cachetazos, o cosas así. Pero después resulta que son sicólogos y siquiatras que hablan de que cuando las palabras encuentran su límite aparece la reacción física, o que fue una descarga espontánea y bla, bla, bla...
¡Qué riqueza en el debate político!