Otra burrada de Educación

Mónica Dell Aqua (foto Homero Digital)

El Ministerio de Educación de la provincia no permite que "Pampa Libre. Anarquistas en la pampa argentina", de Jorge Etchenique y "Edgar Morisoli, poeta del sur", de Ana Silvia Galán, sean presentados en La Feria del Libro, el día asignado oficialmente a La Pampa.
Según una fuente irrefutable, la Subsecretaría de Cultura elevó al Ministerio una lista de cuatro libros que consideró destacados, por su importancia y solidez, para ser presentados en esa jornada. La funcionaria que está a cargo del área de Cultura, Mónica Dell Acqua (el subsecretario Ángel Aimetta está con licencia eterna y no renuncia), adujo que por decisión del ministro Néstor Torres, de la nómina debían descartarse esas dos
obras. Cabe señalar que ambas fueron editadas por laeditorial "Voces" de la CPE.

El Hombre

“Me voy a idiotizar mirando un poco de televisión”.
¿Es esto posible? ¿O la idiotez ya está incorporada desde antes, como marca de fábrica? Y en todo caso ¿tenemos la capacidad de “aislar” la inteligencia, de poner a hibernar el seso, criogenizar lo gris, en pos de la tontera? En caso de resultar así, me asombro: ¿Tanto se ha desarrollado nuestra raza? ¿¡En serio!?
¿No puede suceder –por ejemplo– que la tele (internet, facebook, twitter, un equipo de música, un iPod, y otro tanto de cosas “pasivas” que nos ocupan la vida) no hace o puede hacer más que servir como disparador, como complementaria antagónica (el kin antípoda, para los mayas) de la frecuencia creativa que está al otro lado del umbral, saltando el límite de la idiotez? ¿Podrá pasar lo mismo que con otros elementos “analógicos”; como la naturaleza misma, sin ir más lejos (paradojalmente); es decir que los quehaceres vacuos “inspiren” allá –en el fondo–, sobreponiéndose al filtro del no pensar? ¿Repasamos?
 

Información sobre incineración

A raíz del "accidente" ocurrido en el horno pirolítico de Santa Rosa, en el que se filtró un aerosol entre los residuos patológicos, explotando durante su quema, publicamos un video instructivo.
La polémica por la utilización de ésta metodología para dehacerse de la basura se re re re instaló otra vez.

Y los 7 votos de la discordia

Doctor Lecter impecable haciendo la lectura de las "elecciones" chubutenses en su blog La cena está servida.

Los tres bajan

Nº5, Jackson Pollock, 1948.

Los tres bajan, no por caballerosidad sino por orden de importancia: el Diputado Olleos, la Doctora Taborda y el Inspector Jefe de la Policía Sergio Evaristo Gutierrez. Bajan y cada uno sale disparado para su reducto trinchera de investigaciones de la Justicia para hacer la ciudad cada día un poco más injusta. Atnasasor es el lugar donde todos fuman, hasta los niños recién destetados mascan tabaco de frambuesas y piquillines. No es ninguna novedad que cada cual en su pequeño despacho marrón, falto de oxígeno y ventiscas, oscuro por las pilas de carpetas y papeles, encienda su mamadera de humo. Olleos mete fuego a su pipa de roble quemando hebras de tabaco con pizcas de avellanas y nueces. La doctora Taborda comienza a dejar marcado el rouge en un nuevo filtro de cigarro dulzón mentolado. Y Gutierrez hurga el atado de Milis Porris en el bolsillo izquierdo de la camisa. Busca fuego en el cajón del escritorio, prende la computadora portátil, deja el celular sobre la mesa y chupetea la momia beige áspera con semillas turcas de marihuana fermentada en ginebras y anises.

A veces no entiendo ni lo que escribo

No es ne'esario leer tooooooda la nota, por dió!. Se puede ir directamente al último párrafo. O ulmotiv foparamup.

Sunescándalounabusso! (Quino)

Uno de los diarios más importantes de la provincia, la nación y el mundo todito, publica con profunda emoción en su tapa de hoy que “El FBI espía correos del periodista de La Arena que viajó a Irán”. ¡Tomá!
La trágica noticia (o no, depende) informa de un “hackeo” en la cuenta de correo electrónico del columnista Emilio Marín (Sergio Ortíz). Específicamente, el supuesto “delito” cometido por el Buró de Investigación yanqui se realizó sobre una nota en la que el habitual opinador discurría sobre “la actualidad política, social y económica de la nación persa con un enfoque independiente”, como absolutamente todo lo que hace La Arena. La interesantísima glosa nos iba a avivar –seguramente– sobre los beneficios del islamismo como sistema de vida, con todas sus libertades, bondades, aperturas religiosas, de género, etáreas, culturales, sexuales, económicas, deportivas y agroganaderas (bah, capaz que no tanto) cuando fuera propagada en el periódico de sus familiares (Marín–Ortíz es el marido de una de las hijas del director y la dueña de la empresa islámica–capitalista).
Cómo sea, desde este humilde sitial de grandeza nos solidarizamos profunda y profusamente con Emilio Marín, con Sergio Ortíz, con su señora, con La Arena S.A., con Saúl, Sergio, Leopoldo, Sonia, Mirna, Darío (el de Clarín, La Nación y el grupo CIMECO) y con todos los parientes (no vaya a ser cosa que cuando nos pase lo mismo a nosotros o a otro medio de comunicación, por decir, los datristeban se la cobren soltándonos la manito porque no nos pusimos de su lado en ésta).
Y a la pasada le tiramos una onda a Alberto Callaqueo, al que también le hackearon la computadora cuando todavía tenía el honor de revestir en la empresa (aunque no es lo mismo escribir sesudos artículos sobre Irán, que acerca de un choque pedorro en 37 y 2 de Pico).
Ya que estamos, y nos sobran un montón de caracteres, también nos solidarizamos por adelantado ante el fisgoneo de las futuras notas areneras por parte del maldito FBI, la Scotland Yard, el Mossad, el M16, la ex KGB y Control, la agencia del recontra espionaje. Entre bomberos, no nos vamos a andar pisando... bueno, ya saben.

Siguen haciendo lo que quieren

Cocineros argentinos, ahora por el 17.

Los chicos malos de Cablevisión agarraron el reordenamiento de los canales de televisón como se les cantaron las de Telefé. Este movimiento en la grilla era una de las medidas contempladas en la Ley de Servicios Audiovisuales.
Lo cierto es que la empresa del grupo Clarinete hizo lo que quiso: en el canal 7 (donde estaba la televisión pública) metió... ¡CNN!. En el 8, en el que estaba Canal 3 puso su propia señal Somos La Pampa (unos vivos bárbaros). El 3 pasó al 9 y a la ex ATC la mandaron al 17 que es, casualemente, la desgracia en el ambiente quinielero. Lo único bueno es que el cambio grilleril esta vez no va a repercutir en el bolsillo de los suscriptores. ¿Qué me contás? 

Carta de un viceintendente a otro (imperdible)

Luis Martínez, actual "militante de la vida".

Santa Rosa, 25 de febrero de 2011

Al Sr. Presidente del

Honorable Consejo Deliberante

Guillermo José Di Liscia

S                      /                       D

Me dirijo a usted a los efectos de dejar a su conocimiento y por su intermedio a los bloques que componen el Consejo Deliberante por usted presidido, con respecto a las publicaciones de un Señor de apellido Copes.

Este señor se ocupo en los últimos días de publicar y hacerse cargo como un gran acto moral y salir en defensa de la seguridad de los santarroseños, argumentando que las escrituras en la calzada pueden ocasionar accidentes de tránsito y caratulando estas actividades como “actos vandálicos”.

La peste y el sueño

Composición VII. V. Kandinsky

En esta vida algunos personajes que esperan atrapar el maldito sueño están agazapados con la boca abierta, apretando sufrientes el pasar de los días. Quiero decirles una cosa. No me llevarán por más que quieran. No pueden secar mi esperanza ni mi destino. Soy un soñador, no se olviden. En los sueños nadie me atrapa, nadie me contiene. En los sueños vivo. Sólo allí,  dormitando y dormido, mi vida se vuelve vida. El resto del tiempo es la máscara que enfoca estos días en los cuales uno se pregunta si están oscuras las grutas del inconsciente ¿Una epopeya de antorcha para alumbrar historias o snorkel para bucear fastidios? En cualquiera de las respuestas siento que soy una rémora más que sigue cualquier porvenir. Sólo cuando duermo vivo. Es el momento en el que vago por las planicies del sueño. No se olviden. No aburran al tiempo con otra espera inútil. Estoy con un estado de ánimo en que pienso en La Peste de Albert Camus cuando escribe de esta manera: Rambert pasaba también largos ratos en la estación. El acceso a los andenes estaba prohibido, pero las salas de espera que se alcanzaban a ver desde el exterior seguían abiertas y algunas veces había mendigos que se instalaban allí los días de calor, porque eran sombrías y frescas. Rambert venía a leer los antiguos horarios, los carteles que prohibían escupir y el reglamento de la policía de los trenes. Después se sentaba en un rincón. La sala era oscura. Una vieja estufa de hierro colado, fría desde hacía meses, permanecía rodeada por las huellas de numerosos riegos que habían trazado ochos en el suelo. En las paredes, algunos anuncios que brindaban una vida dichosa y libre en Bandol o Cannes. Rambert encontraba allí una especie de espantosa libertad que se encuentra en el fondo del desasimiento. Las imágenes que se le hacían más penosas de llevar eran, según le decía a Rieux, las de París. Un paisaje de viejas piedras y agua, las palomas del Palais Royal, los barrios desiertos del Panteón y algunos otros lugares de una ciudad que no sabía que amaba tanto, le perseguían entonces impidiéndole hacer nada útil. Rieux pensaba que estaba identificando aquellas imágenes con las de su amor. Y el día que Rambert le contó que le gustaba despertarse a las cuatro de la mañana y ponerse a pensar en su ciudad, el doctor tradujo con facilidad, según su propia experiencia, que lo que le gustaba de imaginar era la mujer que había dejado allí. Ésta era, en efecto, la hora en que podía apoderarse de ella. En general, hasta las cuatro de la mañana no se hace nada y se duerme aunque la noche haya sido una noche de traición. Sí, se duerme a esa hora y esto tranquiliza, puesto que el gran deseo de un corazón inquieto es el de poseer interminablemente al ser que ama o hundir a este ser, cuando llega el momento de la ausencia, en un sueño sin orillas que sólo pueda terminar el día del encuentro.

Negro Vachino

Estado de conciencia

La World Wildlife Found (WWF), o en castellano, Fundación Vida Silvestre Mundial, realiza campañas publicitarias para crear conciencia en la defensa de nuestra casa: la Tierra.

La degradación del planeta es evidente y desde la fundación ven que poco se logra por torcer el voraz hábito destructivo que resulta del sistema productivo en el que estamos inmersos, a nivel micro, macro y panorámico mundiall.

La WWF intenta que las personas a las que les llegue su mensaje se planteen difundir las actividades para revertir ese estado de tendencia autodestructiva existente.

“Estamos en emergencia, no hay tiempo para nimiedades”, dicen, con enjundia. Y los avisos que realizan, son inteligentemente divertidos.

Más allá de la WWF, Greenpeace, Alihuén, Vidanimal, APANI, y la exótica situación de la NASA sacando cuentas sobre los incendios en Rusia, el año pasado; habría que mirarse para adentro y pensar qué hacer.

La Ley del Gallinero

Quienes se deleitan, alborada tras alborada, con los etéreos néctares de El aire de la Mañana, habrán notado que desde hace algunos días una de sus gargantas más almibaradas se ha llamado a silencio.
Concretamente desde esta semana las autoridades del multimedios La Arena S.A. decidieron prescindir de los servicios de Eleonora Gómez Castrilli como una de las conductoras del programa mañanero de Radio Noticias.
Según cuentan quienes dicen saber, la locutora mantuvo un fuerte contrapunto con la Santesteban encargada de la radio, Rosalba Sonia, previo al despido. El motivo que habría esgrimido la empresa de prensa para fletar a la Gómez Castrilli habría sido su negativa a cambiar el horario de trabajo; lo cual, como causal de despido, no solo el flaco, si no inconducente, según el Convenio Colectivo de Trabajo y el Estatuto del Periodista. La Ley dice que para alterar ese ítem deben ponerse de acuerdo las partes.
Otra versión –en estos casos las informaciones “oficiales” casi nunca existen– da cuenta de que la menuda trabajadora habría cometido un gafe al aire al dar por muerta a una persona viva; algo que por tratarse de un medio tanto o más dinámico que la televisión, es risueño pero perdonable. Y tampoco es causal de despido.
Lo cierto es que, viniendo de los Datristeban, se puede aplicar el axioma del tero: grita en un lado y pone los huevos en otro.
Desde el llamativo cambio de timón editorial (acá podría aplicarse la del mono, la de que baila por interés), que incluyó un furibundo (y sorpresivo) apoyo a la Ley de Medios; el “descubrimiento” de que Radio Mitre “miente” (luego de muchos años reproduciendo con gusto la señal de esa emisora del Grupo); de un corrimiento de la boca para afuera hacia la “izquierda” pero uno interno a la derecha en temas sensibles como la "inseguridad" y los "menores"; tanto el diario como la efe eme, progresivamente, pasaron de una moderada a una sostenida condescendencia con el Gobierno kirchnerista. Nada nuevo (y nada poco redituable).
Lo cierto es que los mínimos comentarios y acotaciones de EGC en el aire de la mañana no eran precisamente amorosos –en general– para con las medidas de la administración de Cristina Fernández. En fin, ya se sabe cómo es la Ley en el Gallinero…    

La policía exagera con el operativo

La creación de ese aparente estado de “inseguridad” con el que los medios nacionales del Grupo bombardean a los ciudadanos, fue calcado fielmente la noche del pasado domingo por quien comando el “operativo” en el centro urbano de la ciudad de Santa Rosa.
Quienes asistieron –atónitos– a la exagerada fanfarria policial, hasta creyeron primeramente que se trataba de un ejercicio o simulacro desastrosamente planificado en tiempo y espacio; sobre todo teniendo en cuenta que en la aldea grande la gente sale ese día –particularmente– a pasear (dar la vuelta al perro).
Más de 20 patrulleros y motos que con frenéticas maniobras a alta velocidad, e inclusive en contramano y con semáforos en rojo, pusieron en riesgo la integridad no sólo de los paseantes (muchos de ellos niños) sino la de los efectivos policiales mismos por algo más de media hora, “persiguiendo” a los “malhechores”.
Supuestamente, y según informó la propia policía, el escándalo se desencadenó con una pelea entre jóvenes.
Lo cierto es que en la esquina de Quintana y Pellegrini –por ejemplo– para detener a una persona, asistieron siete (7) patrullas, incluida una camioneta doble cabina con los policías mostrando las armas largas. A partir de ahí, la manzana que componen Quintana, Avellaneda, Sarmiento y Pellegrini pareció, por un largo rato, una carrera de Fórmula Chapa, con los patrulleros dando vueltas locamente, doblando a fondo y re jugados, corriendo a los “delincuentes”. De milagro no tiraron a la mierda a algún transeúnte, se tragaron algún vehículo estacionado o se la pusieron entre ellos. A propósito (y un poco yendo más allá): ¿por qué, históricamente, los policías conducen tan mal?
El raid (policial) se trasladó luego de unas cuantas vueltas a la manzana, hasta la estación de trenes, con la sumatoria de más escuadrones, dónde –en virtud del ancho de la calle Alsina– la parafernalia pudo ser multiplicada. Allí se detonaron al menos 3 disparos.
Entre medio la gente corría, con niños y perros en la mano a ver el “espectáculo”, haciendo aún más peligroso todo. La concentración de las fuerzas “del orden” (fue más el desorden del operativo que el motivo en sí mismo, como suele ocurrir) pasó allí a la cuadra de la Alsina, entre Pico y Villegas, dónde al término de unos 10 minutos se fueron dispersando.
En fin, el saldo del “operativo” fue de seis (6) chicos detenidos (el más grande tiene 18 años). Pero la duda que persiste es si ese domingo 27 de febrero, las “Fuerzas del Orden” no exageraron un poco como para recordar los últimos días de un pasado que ya nadie quiere volver a vivir.