¡Folmer tenía razón!

Ahora que el cartelito con la cursilería de ocasión nos informa, desde la vidrieda de la Subsecretaría de Turismo que apenas faltan 4 días para el gran evento del año, todos los pelotudos empiezan (empezamos) a hablar del tema con una preocupación cercana al apocalipsis.
Parece que va a faltar el agua. Que va a colapsar el sistema de cloacas. Que no va a haber lugar para estacionar. Que los celulares se van a volver locos. Que se van a reproducir accidentes a cada paso. Que la mercadería y los alimentos de la ciudad van a ser insuficientes. Que el combustible se va a terminar en cuestión de horas. Que se va a contaminar el ambiente.
Ante semejante panorama, la verdad, lo mejor que nos podría pasar a los pampeanos ahora que llega el rally Dakar es que se haga realidad exactamente lo que en su momento Oscar Folmer -algo así como el coordinador oficial de la competencia- pronunció como deseo en voz alta: que parezca un accidente y que haya un muerto en nuestra provincia, así no se olvidan de los pampeanos y en una de esas tenemos la suerte de que a estos extranjeros nunca más se les ocurre volver para comernos la comida, chuparnos la bebida, quedarse con nuestro aire y hacernos víctimas de sus violaciones en masa.