Verna renuncia en Pico (foto La Red Pampeana) |
"Cortocircuito". La declinación se produce en el marco de la puja por el manejo del Congreso, luego de que CFK impusiera los candidatos a diputados provinciales por La Pampa, y de esta forma le bajara el dedo a otro hombre fuerte del vernismo, Luis Alberto "Cacho" Campo.
El achique de Verna puede ser claramente interpretado como otro acto más de egoísmo del líder, ya que deja huérfanos a la mayoría de los peronistas. Pero también como una acción de irresponsabilidad, habida cuenta de la fórmula que queda. Es evidente que a Verna, cuando no tiene la manija, no le gusta jugar. Pero si estuviera realmente convencido de que no puede gobernar enfrentado a la administración nacional (eso también es la política, de última) ¿por qué no deja su banca de senador?
También se cae de maduro que el esquivo senador pretendía llegar a un arreglo con el Kirchnerismo en el lapso que iba desde su postulación (también cargada de bastante misterio) a las elecciones. Viendo lo que finalmente pasó, se reafirma la idea de que el mentado acuerdo de unidad peronista entre Verna y Marín fue sólo una foto para lagiladaen la vereda del estudio de César Ballari, en el que nada tuvo que ver el acuerdo ni la unidad ni los peronistas.
Lo increíble, también, es que el achique del ingeniero -paradojalmente- revivió a Marín y lo colocó como el "negociador" del kirchnerismo en La Pampa, dándole a Convergencia una pasajera ilusión de que puede llegar a jugar a algo.
Pero Verna no puede desconocer que los K -y Marín- no le iban a pasar la boleta. Como legislador nacional el hombre de Pico votó en contra 14 proyectos de ley de los 15 presentados por el FPV. Pretender que el Kirchnerismo lo iba a dejar hacer a piaccere, es también una fantasía que difícilmente el hábil político pudiera pretender. Pero así juega Verna a esto que el cree que es "la cosa pública": cuando no le gusta la mano no se presenta. O, llegado el caso, renuncia. Si Marín manejaba la provincia como si fuera la estancia de la familia, el ingeniero lo hace cual gerente de una empresa.
El achique de Verna puede ser claramente interpretado como otro acto más de egoísmo del líder, ya que deja huérfanos a la mayoría de los peronistas. Pero también como una acción de irresponsabilidad, habida cuenta de la fórmula que queda. Es evidente que a Verna, cuando no tiene la manija, no le gusta jugar. Pero si estuviera realmente convencido de que no puede gobernar enfrentado a la administración nacional (eso también es la política, de última) ¿por qué no deja su banca de senador?
También se cae de maduro que el esquivo senador pretendía llegar a un arreglo con el Kirchnerismo en el lapso que iba desde su postulación (también cargada de bastante misterio) a las elecciones. Viendo lo que finalmente pasó, se reafirma la idea de que el mentado acuerdo de unidad peronista entre Verna y Marín fue sólo una foto para lagiladaen la vereda del estudio de César Ballari, en el que nada tuvo que ver el acuerdo ni la unidad ni los peronistas.
Lo increíble, también, es que el achique del ingeniero -paradojalmente- revivió a Marín y lo colocó como el "negociador" del kirchnerismo en La Pampa, dándole a Convergencia una pasajera ilusión de que puede llegar a jugar a algo.
Pero Verna no puede desconocer que los K -y Marín- no le iban a pasar la boleta. Como legislador nacional el hombre de Pico votó en contra 14 proyectos de ley de los 15 presentados por el FPV. Pretender que el Kirchnerismo lo iba a dejar hacer a piaccere, es también una fantasía que difícilmente el hábil político pudiera pretender. Pero así juega Verna a esto que el cree que es "la cosa pública": cuando no le gusta la mano no se presenta. O, llegado el caso, renuncia. Si Marín manejaba la provincia como si fuera la estancia de la familia, el ingeniero lo hace cual gerente de una empresa.
5 comentarios:
Pobre Carlitos. Se creyó que estaba negociando con los mismos incompetentes lameculos cuida cargos de acá. Le pasaron todas las facturas.
Qué nabo! La actitud de histérico que tuvo permanentemente, escondiendo hasta el último su candidatura, y ahora bajarse, lo pinta tal cual es: un mediocre caudillo provinciano igualito que Menem.
Verna: andá a lavar los platos!!!
Me da pena por Da Pena, sinceramente.
Si y solé, maggio, pedeontá, zilioto, garay y de ahí para abajo todos los que se te ocurran. "Siguen las firmas....."
Que egoista de parte de Verna cagarle asi el negocio a da pena .
El rebote de la violencia de género, se llama karma: "Andá a lavar los platos...";tener como amigos a la Mesa de Enlace en pleno Lock Out patronal rural y la 125 mediante, enerva a las Hermanitas descalzas.. cuando Cristina, tenía de coequiper al Cleto Cobos, (vice-presidiendo con el enemigo). Este energúmeno banelquisado, bebió su propia cicuta. El mismo Gral. Perón advertía, que:"... los peores enemigos, son los que están dentro del movimiento, es preciso que saquen los pies del plato..."barba lo supo siempre, por eso la renuncia , no pasa de un mero trámite,que los afiliados y simpatizantes en el fondo esperaban. No se puede gobernar, con un solapado traidor... se caga, se jode toda La Pampa... Seguro que Rubén Hugo, lo sabe bien... pero es más astuto.
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