Siempre los mismos

Construcción del Parque Jurásico de E. Castex (foto Jimmy Rodriguez)

La presentación de las listas de candidatos de las dos principales fuerzas para las elecciones de octubre de este año dejan en claro que la intención es conservar, en el peor sentido de la palabra.
Tanto en la capital provincial como en las nóminas a gobernador y diputados, el Partido Justicialista y el FrePam (al cual de “frente” le quedó el nombre, nada más) jugarán a defender, colocando postulantes “históricos”, pero en el sentido de que serán los mismos de siempre y no de que vayan a aportar cambios significativos al desarrollo, progreso o pretendan actos de heroicismo que los inscriban en los anales de la eternidad.
Repasemos los elencos presentados anoche, a última hora:
Gobernador y vice Carlos Verna – Norma Durango (PJ); Juan Carlos Marino – Adrián Peppino (FrePam).
Diputados provinciales: Juan Carlos Olivero, Martín Berhongaray, Claudia Giorgis, Hugo Pérez, Carlos Bruno (FrePam).
Juan Pablo Morisoli, Daniel Lovera, Patricia Lavin, Mariano Fernández, Martín Borthiry (PJ). El único nombre “nuevo” que aparece en la nómina peronista es el de Luciano Di Nápoli (en octavo lugar) representante de los modernos K, los del blogger nac&pop de La Cámpora y colocado ahí por orden de la presidenta Cristina Fernández, que si no... Este muchacho es el hijo de Emir Orlando "Copete" Di Nápoli, un dirigente histórico del radicalismo pampeano. Primera paradoja.
Ambas fuerzas, como se dijo, apuestan a que todo permanezca “como está” llevando –en caso del PJ– a quien es, claramente, el líder del partido y que repite fórmula con la responsable de iniciar el retroceso cultural de la provincia, como en el 2003.
Enfrente (sólo por decirlo de alguna manera, porque en el fondo no son tan distintos) se postula uno de los representantes de la “patria agroganadera”, quien construyó su poder a base de dinero desde su banca en el Congreso Nacional, representando al ala más rígida del radicalismo (¿no es parecido al anterior?). Lo acompaña el socialista Adrián Peppino, un ex concejal y diputado provincial. Del “arreglo” quedó afuera la línea roja de la UCR de la diputada Josefina Díaz, quizás el sector más progresista del centenario partido.

En Santa Rosa el FrePam inscribió la fórmula Torroba–Di Liscia, actuales gobernantes, quienes llegaron al poder “gracias” al desastre que hizo de la ciudad Juan Carlos Tierno y que le valió una patada en el traste a los 87 días. Allí se eligió lo menos peor.
De esta forma el actual intendente impuso su capricho y cambió de socio: ahora el lugar del Fregen lo ocupará el Partido de la Victoria en la lista para ediles. Varios dirigentes del Frente de la Gente habían acordado una reunión en la Municipalidad, ayer, con Torroba a la que éste nunca asistió.
En el peronismo capitalino las cosas no están mucho mejor, sobre todo teniendo en cuenta que perdieron la ciudad después del abogado prepotente, si no que la interna se amplió y complicó: son cuatro los sectores que pelearán en la interna. Y no se estarán reproduciendo. A Luis Larrañaga (Plural) y Jorge Lezcano (Identidad Peronista) se sumaron Marcelo Vilches (Carlos Aragonés, hijo del padrino es el apoderado) y el ignoto Erick Fernández, con la corriente denominada "Santa Rosa para todos" un nombre que pretende subirse al carro nacional de "Cualquier cosa para Todos".
Pero lo interesante, en este caso, fue la jugada que hizo el marinismo: los muchachos de Convergencia lograron colocar candidatos en las dos listas principales, y de esta manera aportar a la discordia, algo que al jefe Carlos Verna lo re calentó, ya que pretendía dar una imagen monolítica que le facilitara el desembarco nuevamente.
Como suele suceder, según los trascendidos periodísticos (Verna siempre habla elípticamente o directamente ni habla) el ex senador había puesto como condición para su candidatura que se llegara a un consenso en la lista de Santa Rosa. En realidad, y dicho en menos palabras, pidió que Jorge Lezcano se bajara y que fuera Larrañaga solo, sin internas. Una paradoja más en la misteriosa vida de este monje gris: se supone que en el peronismo hay lugar para todos. Se supone.
Convergencia no solamente alienta la candidatura a lord mayor del sindicalista de UPCN, si no que integra su lista. Pero la “oficialista” de Larrañaga también.

En el año 1999, cuando el octogenario caudillo naranja se postulaba para su tercer período al frente de la gobernación, desde Convergencia denunciaron que Verna había mandado a sus súbditos a votar en contra de Marín; una traición imperdonable dentro del Peronismo. Es que en el ’95 el piquense le había facilitado la reelección al Tío mediante los votos que acarreaba y los jugosos fondos que conseguía en Nación, a cambio de desembarcar en Casa de Gobierno en la elección siguiente. Pero Marín reformó la Constitución Provincial, se puso nuevamente de candidato y los futuros “plurales” se tuvieron que guardar los carteles de “Se viene Verna” bien adentro.
Ahora, con la conformación de las listas para la Capital como tester, pareciera que están en el mismo punto en que arrancaron: Verna intentando hacer desaparecer del mapa a Marín (casi ni figuran hombres naranjas en la lista de diputados) y éste pagándole con la misma moneda (supuestamente imperdonable en el adentro peronista) con que el barbado lo afrentó en el ’99.

L.G.