Militares y policías, disconformes por una medida que los afecta económicamente, decidieron sublevarse.
Correa fue clarito: "mátenme si les da la gana", les dijo.
La Unasur salió enseguida a defender el compromiso de la región con la Constitución ecuatoriana.
Ahora una multitud defiende al presidente en las calles.
La derecha conservadora, disgustada con la orientación de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, tiene distintas formas para tratar de recuperar el poder: los golpes institucionales pueden provenir -está demostrado- de las fuerzas armadas, de otros poderes corporativos (empresariales o judiciales), casi siempre con una buena usina mediática para darle aire a las aventuras golpistas.
Ya lo sufrió Honduras, pero también lo sufrieron Chávez y Evo Morales; en menor medida conflictos de índole destituyente también se soportaron y soportan en otros países de la región.
Por eso, ahora más que nunca: aguante, Correa.
2 comentarios:
si aguante CORREA, que el pueblo ecuatoriano raje a la milicada golpista.
Y aguantó nomás. Me quedé hasta re tarde siguiendo las alternativas del conflicto ecuatoriano, hasta que Correa quedó fue liberado y dio un encendido discurso. Me emocionó mucho, aunque también me llevó a pensar lo atrasados que estamos los latinoamericanos que todavía pasan estás cosas increíbles.
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