lunes, 26 de julio de 2010

Ser gay “es un defecto”

Cardenal Jorge Medina, el cura chileno inquisidor (al medio).
Históricamente Chile ha sido un país fuertemente católico; a veces al extremo. El poder de la iglesia en el país vecino –a diferencia del nuestro– es fortísimo. Por supuesto que apoyó la larguísima dictadura de Augusto Pinochet y, ya en democracia, digitó bastante las políticas de los sucesivos Gobiernos; inclusive les subió o bajó el pulgar. Es más, en Chile iglesia católica es una fuerte empresa como en España, Italia o Portugal, por nombrar algunos.
Bien, esta introducción viene bien para analizar las declaraciones del cardenal Jorge Medina, en un acto proselitista en el que entregó la parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Viña del Mar. Dijo el cura que la homosexualidad es un trastorno, por lo que llamó a la rehabilitación “como con los alcohólicos”.
En las polémicas declaraciones, el clérigo aclaró que la Iglesia distingue entre la tendencia homosexual y la práctica homosexual. En ese marco, señaló que la primera “es un defecto, como si a una persona le faltara un ojo, una mano o un pie”.
Así es que instó a las personas que lo “padecen” a rehabilitarse en un camino que denominó de “cura de la homosexualidad”. En ese sentido, comparó a los gays con los alcohólicos, y comentó que él mismo conoció casos en los que, al igual que los bebedores, personas han “corregido” sus tendencias no heterosexuales.
Frente a estas declaraciones, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MovILH) pidió a la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) que defina cuál es su posición frente a este tema.
Para el organismo, las declaraciones de Medina “son claramente ofensivas y dañan la dignidad de personas inocentes sólo por amar a otras de su mismo sexo, además de promover la ignorancia por sustentarse en falsedades respecto a lo que dice la ciencia sobre la diversidad sexual, lo cual constituye un engaño a nuestra sociedad”.
Sinceramente, da la sensación de que la “enfermedad” la padece una persona que piensa así.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

y qué será ser pedófilo y degenerado para la iglesia católica?

fisgonera dijo...

Calculo que será ser un siervo del Señor.

Anónimo dijo...

Por el principio del artículo parece que la iglesia cat. no tiene un poder fortísimo acá en nuestro `país, creo que hay un error. condiciona la vida de los argentinos, nos divide nos somete culturalmente a la gran mayoría, los trabaja con la culpa y además todos la mantenemos. Tal es la libertar de cultos que hay acá

DIABOLICO dijo...

Ser homosexual es malo para la iglesia católica, pero ser cura pedófilo no, sino mirenlo a grassi anda lo más campante.- Y pensar que a estos tipos los mantiene el estado, 8 luquitas por mes cobran los guachos, no pagan impuestos, jubilación nada.- Cristina rajalos y usa esa plata para darles de comer bien a los chicos pobres.-

Anónimo dijo...

En Chile, en comparación con nuestro país, la Iglesia Católica es mucho más poderosa Anonónimo. Es cierto lo que decis que sucede en Argentina, pero en Chile la Iglesia "es" el poder. Acá solamente "tiene" poder. ¿Entendés la diferencia" Igualmente es una introducción a lo más importante de la nota.

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