Una ventaja para los represores

Una importantísima prueba que iba a ser empleada en los próximos juicios a los represores que actuaron en La Pampa en la última dictadura militar, lamentablemente fue estropeada por la inundación que sufrió la ciudad de Santa Rosa el 8 de marzo, según la versión oficial.
Se trata de las historias clínicas de los torturados por la maquinaria represiva y que se encontraban en el hospital Lucio Molas e iban a servir para determinar judicialmente qué pasó en la provincia en el período más oscuro de la historia del país, en el juicio que inicia el 2 de agosto el Tribunal Oral Federal (TOF) de la capital.
Los diez militares y policías de la tristemente célebre Subzona 14 que se van a tener que sentar en el banquillo, ahora corren con esta ventaja.
Contrapuesta a la versión oficial de que la documentación fue destruida por la naturaleza,
en los pasillos tribunalicios retumba otra que indica que se trató de una maniobra para eliminar pruebas.
El TOF libró un oficio el 22 de febrero para que el Molas le remita el historial clínico de Héctor Solecio y de Ana María Martínez, y que diga quien o quienes fueron los médicos que los atendieron. Por estos días están saliendo a la luz –nuevamente– los nombres de los profesionales Miguel Aragón, Atilio Cornachione y Máximo Pérez Oneto como los doctores colaboracionistas que atendían a las víctimas de vejámenes.
El pedido judicial no fue respondido con la celeridad ni en los tiempos que el caso requería. El 8 de marzo cayeron 200 milímetros de agua. El oficio recién fue respondido por los responsables del nosocomio abril y con noticias que no eran buenas: los documentos se habían estropeado con la lluvia, dijeron las autoridades.
El Tribunal Federal iniciará una causa para encontrar a los responsables y se averiguará en otros organismos si poseen copias de los historiales clínicos de los detenidos/desaparecidos.
En agosto serán juzgados por torturas y secuestros el entonces coronel Fabio Iriart, y el ex secretario de la Gobernación y jefe de inteligencia, ex coronel Néstor Greppi; Roberto Constantino, ex inspector mayor y entonces jefe de de la Regional I; los ex subcomisarios Omar Aguilera –jefe de Operaciones– y Roberto Fiorucci –jefe de Inteligencia–; Athos Reta (oficial auxiliar), Oscar Yorio –secretario del jefe de Policía, Luis Baraldini (foto de Interpol)– y el ex oficial subayudante Néstor Cenizo (“información y tareas”); Carlos Reinhardt y Hugo Marenchino.
Todos siguen libres, pese a los 28 casos de privación ilegítima de la libertad y tormentos. Otros dos procesados fallecieron: el ex coronel Oscar Cobuta murió en 2007 y el ex oficial Roberto Escalada en 2008. Baraldini está prófugo.