"Inminente recuperación"

El Grupo Clarín es –indiscutiblemente– la oposición más férrea, inescrupulosa y hasta ciega que tiene el Gobierno peronista de Cristina Fernández. Desde el diario del mismo nombre, desde la pantalla del canal Todo Noticias y desde los miles de medios de difusión que la empresa multimedial posee en el país, se bombardea diariamente a la administración Kirchner y –a la vez– se perdona y resalta cualquier mínimo acto o gestión que realicen los potenciales competidores políticos de aquéllos.
Pero de ahí a equiparar a Cristina Fernández de Kirchner con Leopoldo Fortunato Galtieri es –cuanto menos– una acto de bajeza incalificable. Y también una mentira.
A raíz del anuncio desde Londres del envío de un barco para explorar petróleo y gas en las islas Malvinas y la respuesta argentina en el sentido de que se controlarán todas las naves que pasen por la región, esto escribió el columnista Eduardo van del Kooy en la edición de hoy del Gran Diario Argentino:
“La analogía de este tramo del pleito por las islas Malvinas con recorridos anteriores de la misma historia resulta inevitable. El más cercano, el más trágico, remonta a la guerra que en 1982 se desató entre la Argentina y Gran Bretaña por la inopinada determinación de la dictadura militar de reconquistar el archipiélago con armas.”
Y se ilusiona: “sucede, sin embargo, como sucedió en las vísperas de 1982, que tanto en la Argentina como en Gran Bretaña, existen ahora gobiernos que atraviesan enormes dificultades políticas. Y que se expondrán en un tiempo corto al juicio de las urnas.” “La dictadura que, entonces, comandaba el general Lepoldo Galtieri utilizó la escalada por las Malvinas para dar un golpe de timón e intentar salvar a un régimen que, política y económicamente, naufragaba. La guerra, que no esperaban, provocó su derrumbe final.”
“Así como Thatcher se cruzó con la alocada impronta de la dictadura, Brown (el primer ministro) pareciera tener delante a una pareja presidencial, los Kirchner, que también intentan perdurar en el poder pero que, como el premier inglés –o más, quizás– han perdido el favor de la sociedad, que supieron tener luego de la crisis del 2001.”
¿Mucho no?