El tema de la rueda

Los ladrilleros del barrio Los Hornos tienen caballos que pisan la mezcla para hacer los ladrillos. Los caballos se escapan y se paran en la ruta a Toay (avenida Perón) ocasionando múltiples molestias a los automovilistas y a las viejas que llaman a la línea flaca de radio torticias. Las empresa constructoras que trabajan en los barrios de cartón que fabrica el Gobierno peronista les compran los ladrillos a los mendocinos porque salen más baratos. Los ladrillos y los mendocinos. Los ladrillos mendocinos son más baratos porque para hacerlos utilizan mano de obra micro-barata en negro. Los ladrilleros de acá tienen que pagar los impuestos e inscribirse como monotributistas porque sino los sacan largo. La Municipalidad quiere que los ladrilleros de acá suspendan los caballos para que los automovilistas dejen de quejarse y las viejas dejen de llamar a la línea flaca de radio torticias. A cambio les dieron unas ruedas de metal para reemplazar a los caballos para pisar la mezcla o mezclar la pisa. Para usar la rueda hay que tener un tractor, o una camioneta, o un citroen, o una moto... O un caballo. O una fuerza de la puta madre. Si venden los caballos para comprar el aparato que tire de la rueda se endeudan hasta las bolas y no pueden bajar el precio de los ladrillos para competir con los mendocinos. Además piden que a los mendocinos les cobren los impuestos y de la calentura también quieren que a los mendocinos les pongan un parapeto para que no puedan entrar en la provincia con los camiones cargados de ladrillos adobones mendocinos baratos, porque encima que no mandan agua mandan ladrillos baratos mojados con el agua que no mandan. Y sal de ahí chivita chivita, sal de ahí de ese lugar. Y todo es una rueda que gira girando vuelve al mismo al mismo lugar.