Evo Morales le dio una linda mano de difusión a la película de moda, "Avatar", que están dando en el cine Amadeus de Santa Rosa.
Es que el presidente boliviano se despachó, en las últimas horas, con una esperanzada interpretación, a lo mejor un poco exagerada, pero bueno... está en su derecho. "Es una profunda muestra de la resistencia al capitalismo y la lucha por la defensa de la naturaleza", dijo Evo sobre "Avatar".
Esa es, efectivamente, una de las consideraciones que se puede hacer del filme de James Cameron, el mismo director de Titanic.
La película es, ante todo, impresionante: tiene un despliegue visual bellísimo, impactante. Y también unos cuantos componentes típicamente yanquis, que incluso vuelven la interpretación del Evo un poco ilusa, o posiblemente equivocada. Hay quienes la cuestionan como una supuesta "demostración" de la superioridad del hombre blanco sobre otras razas. Hasta el Vaticano se quejó diciendo que era "simplista y superficial" (aunque sabemos cómo es el Vaticano... simplista y superficial).
La obra muestra una suerte de choque de culturas -en un futuro mediato- entre la violencia militar norteamericana, en una base instalada sobre un lugar enorme y esplendoroso llamado "Pandora", y los habitantes originarios del lugar, alienígenas unidos a todo lo natural y al espíritu que brota de esa energía.
Concluyen enfrentándose en una guerra. Y se da la enorme paradoja de que, en defensa de sus creencias, del amor y de la naturaleza, los habitantes originarios apuestan a la violencia, las armas y la guerra como modo de reducir a los diferentes. Terminan tratando a sus enemigos de un modo parecido al que los trata el capitalismo...
Es una película, desde ya, en la que hay unos cuantos componentes que apuntan a distintos mercados (y por algo será la más taquillera de la historia): hay dosis de violencia espectacular como si fuera una reminiscencia de Rambo o de Robocop; hay escenas tiernas y emotivas, como si se tratara de una referencia a Pocahontas; hay pasajes arrolladores al estilo Apocalipto; algún tramo rico del guión y una idea en general atractiva, coronada por un despliegue majetuoso de efectos especiales. No es para menos: hubo un presupuesto de 500 millones de dólares para esa mezcla de ciencia ficción y maravilla tridimensional.
Aunque es una película que dura unas 3 horas, es entretenida casi todo el tiempo, más allá de algún exceso de tiros y bombas. Y deja pensando, claro, como todas las películas que directa o indirectamente describen esta humanidad actual enloquecida, confundida, egoista y violenta.
Hay, en los gigantes bosques de esa historia, hermosura, especies animales en contacto solidario con los habitantes (una mezcla de mamíferos con insectos, además de unas "medusarañas" que tiran buena onda), colores de una intensidad inolvidable...
Como ha dicho el propio presidente boliviano: "hay una alta dosis de fantasía". Tampoco hay que pedirle demasiado a Evo como crítico de cine, ya que -en serio- sólo fue tres veces a ver películas en una sala: antes vio "Rey Pelé" y "Evo Pueblo".
4 comentarios:
En Nueva York el propio alcalde lanzó una campaña para reducir el 25 por ciento del consumo. En Argentina iniciarán una experiencia piloto en La Pampa, donde se registran los mayores índices de problemas cardíacos. El convenio se realizará con los panaderos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-138351-2010-01-12.html
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Anónimo de las 18.55 ¿de comprensión de textos nada no?
nefasto tu comentario sobre un presidente latinoamericano indigena que se vio avasallado por varios avatares los ultimos siglos.
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