A la mierda con la cultura

Hoy a la mañana, buscando algún papel para limpiar una caca muy chirla que había hecho un perrito chiquitito en la cocina, y luego de hacer malabares con el material para que no se chorreara de mierda toda la casa, recordé una metáfora –por lo menos– curiosa.
El papel en cuestión era una hoja del prestigioso matutino El Diario de la Pampa, que justo tenía impresa una nota en la que se “denunciaba” una supuesta “censura”, una “barbarie” y una “falta de respeto” por parte del secretario de Cultura de la Municipalidad de Santa Rosa, Ricardo Di Nápoli, hacia una misterioso y querellador “productor de eventos” NN.
La nota del periódico no solamente daba por cierta la versión del desgraciado productor (en base a unos mails que éste intercambió con un empleado de Cultura) sino que directamente cuestionaba la decisión de no poner en el Teatro Español determinado tipo de espectáculos, que para ser claros podríamos denominar “berretas”.
Lo que no se entiende bien es porqué causa el “productor” de espectáculos de cuarta no hace la denuncia públicamente, es decir porqué no da la cara si realmente lo censuraron, y en su lugar elige una determinada empresa de comunicación. Como en El Fisgón somos más mal pensados que la misma mierda (y también porque no nos queda otra) suponemos que es porque tiene “afinidad” con el medio. Que traducido al cotidiano del que se trata, estaríamos hablando directamente de un “negocio”. O en este caso, la pérdida de tal. ¿Se entiende?
No es por defenderlo a Di Nápoli, pero lo cierto es que -todo según la críptica nota de El Diario basada en los volátiles dichos del NN desgraciado productor-, la “censura” (¿no es un poco demasiado usar ésta palabra para esto?), se produce debido a que la política que emplea la administración Di Nápoli apunta a que se contraten espectáculos que dejen “algo a nivel culturoso”.
Por si no lo entendieron, lo que se le estaba diciendo es que la “obra” era una grasada.
También en el suelto del diario de los Nemesio se cuestiona que el responsable de la Cultura en la ciudad “pretendería controlar y supervisar toda la actividad que se realice en el único teatro que hay en la ciudad”, a la vez que el NN productor de espectáculos se quejaba porque le pedían precisiones de los eventos propuestos.
Ahora, si el secretario de Cultura no está para ello ¿para qué mierda está? Luego se podrá criticar, editorializar, hacer afiches y pegarlos, realizar una o mil marchas y hasta grabar un jingle publicitario puteando al funcionario por el criterio empleado para poner tal o cual espectáculo, pero no se podrá decir que no hay uno, como casi siempre ha sucedido en el Español.

En este caso, el criterio vendría a ser que no pasen por el teatro Español todas las mierdas porteñas que ni los porteños de mierda quieren ver y que son cadorchas con minas en culo y tipos –también de mierda, en general– haciendo chistes sobre los culos de las minas en culo.
Si es así, está bien, por más que El Diario se pierda de hacer alguna “transacción”. Alguna vez podrían aportar algo a la Cultura.
Ah, la “metáfora” ni siquiera era una metáfora; era una especie de sentencia que alguna vez escuché para una situación similar: los que revuelven la mierda son soreteros.

L.G.