Lento, pero viene...

El presidente del Tribunal de Cuentas, Natalio Perés, queda ante la Justicia como un ciudadano común, de acuerdo a lo que decidió el jury. Pero por ahora no deja el cargo. Las sospechas que recaen sobre el funcionario ultramarinista están vinculadas con el descontrol que reinó mientras estafaban al IPAV y los grandes popes de ese organismo se enriquecían. Ahora el procurador general Mario Bongianino tendrá que formalizar una acusación y Perés hacer su propio descargo.