miércoles, 19 de enero de 2011

Fascismo a la pampeana en la web

Un vengador barrial concretó el lunes al mediodía lo que -por lo visto- algunos otros andan deseando: le pegó un tiro en la cabeza a un pibe de 14 años, bajo el argumento de que pretendía robarse el tacómetro de un Renault 12. Desde ese momento, la noticia pululó y en los medios virtuales de la zona empezaron a hacer de las suyas los comentaristas, exhibiendo su impunidad para pedir más venganza y más violencia.

Causan impotencia, indignación, tristeza, la mayoría de las reacciones de la comunidad -por lo menos las visibles- frente a otro episodio que puede costarle la vida a un pibe.

Entre otras cosas, la fobia y la histeria contagiada desde hace años por los grandes medios han impuesto un sentido común patético, en el que finalmente se hace realidad aquello de que la vida no vale nada: salvajes disfrazados de comentaristas en la web, cobardes con teclado a mano, descerrajan palabras resentidas, cargadas de egoismo y miseria.
Leer la mayoría de los comentarios en los sitios digitales es abrumador: sólo se respira venganza y crueldad, en un cóctel en el que también hacen lo suyo la ignorancia y la brutalidad.
Editar esos comentarios -es decir, definir su publicación o no- se vuelve todavía más desalentador: en un punto, respetar y estimular la libertad de expresión; conocer y difundir todas las opiniones, se vuelve complicidad con la discriminación, con la violencia, con un pensamiento fascista que está a la vuelta de la esquina; y también apología del delito.
Pero los medios tienen (tenemos) esa deuda pendiente: evitar la reproducción de los discursos que, consicente o inconscientemente, conducen a la muerte (sobre todo de los jóvenes), naturalizan la violencia, consagran el ojo por ojo.
Un cobarde, por supuesto anónimo, comenta para que se publique en un la web del diario El Diario: “le hubiese pegado dos o tres tiros accidentales; total era un chorro...”.
Otros piden, con saña, los nombres de los chicos, menores de edad, con desesperación por el revanchismo. No falta la frase típica: “no me vengan con los Derechos Humanos...”.
“Al pobre tipo le arruinaron la vida estos delincuentes”, dice alguien más, sin reparar que la vida realmente arruinada es la del chico y que delincuente es, antes que nada, el que delinque contra las personas.
Encima, las personas que opinan así han logrado instalarse como “la gente”. Entonces escuchamos a cada rato que “‘la gente’ está cansada de la ‘inseguridad’”, como si “inseguridad” fuera exclusivamente el delito de poca monta y no el montón de falta de garantías, trampas y desprotecciones a que nos someten los poderosos que manejan la economía, la salud, los bancos, o los grandes medios.
Con los ladrones de guante blanco nadie se mete: son los “vivos”, los “exitosos”, los ejemplos a seguir.
Algún misterioso mecanismo mental dispara el miedo de “la gente”, y entonces al relatar un robo menor ya imagina que ese mismo “pibe chorro” también mata y viola, como si fuera todo lo mismo.
Pero no es el pibe chorro el que tiene el revólver, ni el que lo dispara, ni el que impacta un balazo en la cabeza.
El revólver está en manos de “la gente”, que decidió comprar y multiplicar la fobia fascista que se resume en que la vida de un pibe de 14 años vale menos que el tacómetro de un Renault 12.
J.P.G.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé por qué escribís: "Otros piden, con saña, los nombres de los chicos, menores de edad, con desesperación por el revanchismo”.
Leo en El Diario On Line de hoy: "Cristian Saucedo, un chico de 14 años de edad, quedó herido gravemente y está internado en terapia intensiva". Tengo entendido que formás parte de la cooperativa de empleados que regentea ese sitio. O sea: vos formás parte de los que, ilegalmente, exponen a los menores. ¿Sos la misma mierda que criticás? ¿o no?

soliman el magnifico dijo...

y bueno fachos hay en todos lados, habria que darles un arma haber si se la bancan, yo creo que son todos cagones.
ademas matar pibes como hacen los milicos no solo es de facho si no de cagones, al verdadero malandra de orden sea violador, asesino, narco, tratante o funcionario corrupto estos cagones seguro que no se animarian nunca hacerles frente y es mas yo creo se unirian a esos malandras.

Anónimo dijo...

Fachos no son solo los que matan a pibes, fachos también son aquellos que no se bancan ideas diferentes a las de uno, no es así gente del fisgon?? ustedes son tan fachos como este tipo que mató al pibe.

fisgonera dijo...

¿Y cuál vendría a ser tu idea, che Anónimo Taaaan Amplio? ¿Tenés?

Juan Pablo Gavazza dijo...

Anónimo del 19 de enero de 2011:

El pedido desesperado de los fachos es para saber los nombres de los "pibes chorros" que quedaron "impunes" -según esa visión- porque escaparon.
El Diario, del que efectivamente formo parte, publicó el nombre de Cristian no como escrache ni exposición ilegal, sino para identificarlo como una VÍCTIMA.
Se hizo, además, después de hablar con su familia. Publicar los nombres de las personas involucradas en un hecho así, contribuye a humanizarlas, y a no tratarlas como a un simple número.

Anónimo de las 16:46 del 20 de enero de 2011:
El artículo no se refiere específicamente a la persona que disparó, sino al fascismo de los que justician ese accionar, lo alientan y lo aplauden.
Tendrías que comprobar la teoría de que El Fisgón "no se banca las ideas diferentes", ya que estás expresando una de ellas, justamente en El Fisgón, y aún desde el anonimato.
Por otra parte, aunque resultara cierto que alguien no se banca una idea, es demasiado exgerado (brutalmente exagerado) comparar esa actitud con alguien que tiene un arma, carga esa arma, apunta con esa arma y dispara con esa arma en la cabeza de un pibe de 14 años.

Le chat dijo...

Al final Solimán, a pesar de su fanatismo político y su verbo anti-K resultó ser más humano que lo esperado.
En esto JPG te banco. Hoy los jóvenes, y más aún, los jóvenes pobres son víctimas de todas los "miedos" y blanco de todos los ataques de los fascistas (tanto de izquierda como de derecha) que pululan en los medios de comunicación (en todos, y no sólo los hegemónicos) y que se han hecho eco en una sociedad, que en comparación con décadas pasadas, ha dismuido notablemente su nivel cultural.
Los jóvenes que delinquen no son culpables ni victimas, son el resultado de múltiples factores familiares, económicos, sociales, y de un Estado ausente que hoy quiere usar de chivos expiatorios de su política de seguridad a su propia creación.

Anónimo dijo...

Estamos hechos mierda desde la base. Mientras la única contención que se le ocurra al estado es crear escuelitas de fútbol, para que los padres y entrenadores sueñen con un nuevo maradona que los salve, y los chicos se caguen a patadas impunemente, estamos perdidos.
Descentralicen urgente la actividad de Cultura municipal, por ejemplo, llevando programas a los barrios DE IGUAL CALIDAD DE LOS QUE SE DICTAN EN EL CENTRO, y empecemos a trabajar desde Acción Social no generando punteros políticos, sino con programas de prevención concretos en lo referente a salud sexual, reproductiva, adicciones, etc..
Aún así, con una política de estado coherente y organizada, llevará muchos años revertir este deterioro social generalizado.

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