Ahí, el Tribunal Federal que juzga a los convictos, realizó una reconstrucción del horror, guiados por la ex detenida Raquel Barabaschi.
Pese a que el nefasto lugar ha sufrido algunas modificaciones edilicias, los jueces igualmente pudieron tomar dimensión de lo allí sucedido, como por ejemplo que en la planta alta se realizaban las sesiones de interrogatorio y tortura, y que había celdas camufladas como oficinas.
Un dato no menor fue la presencia de Athos Reta,
uno de los milicos imputados, integrante del grupo de tareas que detuvo a Barabaschi: el ex policía solicitó participar del reconocimiento, algo que extrañó a varios. Los procesados tienen el derecho a pedir esta medida, pero es raro que lo hagan, excepto que sea para intimidar a los testigos. El represor, en algunos tramos de la recorrida sonrió, quizás recordando las viejas buenas épocas.
Por la mañana continuaron los alegatos. En primer turno –con la gélida inclemencia pampeana– los magistrados pudieron escuchar a Eduardo Nelson Nicoletti, quien en el momento del golpe de Estado era el director del diario La Capital de Santa Rosa, a la vez que el titular del Sindicato de Prensa. El hombre lamentó que los principales responsables de la dictadura en La Pampa no estuvieran siendo juzgados; o por lo menos no estuvieran ni de cuerpo presente en el recinto ni presos. Hacía referencia a los principales responsables de la mal llamada “guerra sucia” en nuestra provincia: los ex coroneles Fabio Carlos Iriart (“una persona moribunda” según el presidente del TOF José Mario Triputti), Luis Enrique Baraldini (está prófugo en Bolivia) y Ramón Juan Alberto Camps (falleció, pero antes alcanzó el grado de general).
Nicoletti contó, con los ojos llenos de lágrimas y la voz más quebrada que nunca, cómo era sometido a sesiones de tortura: “mientras me golpeaban y torturaban me preguntaban si era comunista; por qué quería ponerle de nombre ‘Fidel’ a mi hijo y si había sido instruido en Cuba. La verdad que Fidel era porque así se llama mi padre, y a Cuba jamás había ido. Por eso es necesario que se haga justicia, porque esta historia sólo se cierra con ello, con justicia”, sentenció. También reveló que uno de sus secuestradores había sido el imputado ex policía Roberto Fiorucci.
Más adelante el vocero del ex gobernador Rubén Hugo Marín, explicó cómo es que cambió su ideología política demócrata cristiana: “cuando me metieron preso no era peronista, pero de la cárcel salí peronista porque la mayoría de los detenidos lo era. En un pabellón de 60 personas detenidas 55 eran peronistas y ahí entendí que el régimen era contra el peronismo”, interpretó.
La acción en el Colegio de Abogados finalizó hoy con la declaración del ex policía Julio Díaz, quien en esos tiempos revestía en la Seccional Primera y luego fue cesanteado de la fuerza –ya en democracia– por apremios ilegales. El testimonio del efectivo echado tuvo varias lagunas y contradicciones, pero así y todo recordó que vio a algunos detenidos en pésimas condiciones producto de las torturas y que Baraldini concurría a ese aciago chupadero de vez en cuando.
L.G.
2 comentarios:
che quieren encontrar a baraldini, es muy facil, preguntenlen a los santesteban que deben saber donde esta escondido este genocida hijo de puta.
vamos saul que vos sabes bien donde esta.
che y el juicio para los buchones pampeanos cuando comienza.
cuando vamos a ver a MARIN,ARAGONEZ, NOCHETTI y compañia.
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