Hasta hace dos años, Dimas Aliprandi y Elton Plaster eran dos extraños. Fue entonces cuando descubrieron que habían sido intercambiados al nacer hace más de 20 años.
El descubrimiento no trajo consigo recriminaciones ni amargura. Al contrario, llevó a la creación de una familia más grande.
Hoy, los dos jóvenes de 25 años viven y trabajan juntos y con sus familias dedicados a la producción de vegetales y café en una pequeña granja del sudeste de Brasil.
La curiosidad le picó a Dimas Aliprandi, quien desde siempre se había preguntado porqué era tan diferente a sus cuatro hermanas.
“Había algo diferente: soy rubio, tengo ojos azules y mis hermanas son de pelo negro y ojos oscuros”.
“Tengo las características faciales de un descendiente de inmigrantes alemanes, mientras que mis hermanas y mis padres las tienen de italianos. Había algo que no encajaba”.Aliprandi dijo que a los 14 años fue cuando sus sospechas se intensificaron tras ver un reportaje en televisión sobre bebés que eran intercambiados al nacer por errores que se producían en los hospitales.
“Le dije a mi padre que tenía dudas y que quería un examen de ADN. Pero era demasiado caro para la familia”, declaró.
Diez años después, Aliprandi finalmente consiguió el dinero.
“En diciembre 2008, a la edad de 24, decidí que necesitaba una respuesta a mis dudas y pagué los 300 reales (166 dólares) por un examen de ADN que confirmó mis sospechas de que mis padres no eran el hombre y la mujer que me habían criado”.
La noticia fue una gran sorpresa para sus padres, Zilda y Antonio. Al principio se negaron a creer los resultados, pero eventualmente decidieron ayudarlo a encontrar a sus padre biológicos.
La búsqueda comenzó en el hospital en el que nació, el Madre Regina Protmann. “Enseñé al hospital los resultados del examen de ADN y les dije que era la prueba de que me habían cambiado al nacer”. Los gestores del hospital se mostraron escépticos y pidieron un segundo examen de ADN, que se realizó tres meses después.
Los intentos de contactar con el hospital para escuchar su opinión fueron infructuosos.
Los resultados del segundo examen fueron los mismos. Aliprandi había sido entregado a una mujer que no era su madre. Tras una búsqueda en los archivos del hospital se encontró a otro niño, Elton Plaster, que había nacido el mismo día que Dimas.
Con esta información Aliprandi comenzó la búsqueda y llegó a una granja de unos 35 acres donde Plaster vive con sus padres, Nilza y Adelson, en la ciudad de Santa María de Jetiba, a unos 45 kilómetros de donde viven los Aliprandi.
La familia Plasters accedió a realizar otros exámenes de ADN. “Descubrieron que Elton era el hijo biológico del hombre y la mujer a los que yo he llamado papá y mamá por 24 años”, dijo Aliprandi. “Por su parte, Elton descubrió que la pareja que eran sus padres biológicos eran en realidad los míos”.
La noticia no causó ningún problema, dijo. “En lugar de problemas, surgió el deseo de unir a nuestras familias” dijo Aliprandi. “Elton y yo quisimos permanecer al lado de la familia que nos crió y a nuestros padres biológicos. Queríamos extender nuestras familias”.
Hace un año, Aliprandi y sus padres aceptaron una oferta de los Plasters para mudarse a su granja, donde construirían una casa.
“Esta es la manera en la que debería ser”, dijo Adelson Plaster recientemente a Globo TV. “Estamos todos juntos y ahora tengo dos hijos trabajando y viviendo aquí”.
Aliprandi y Plaster se sienten ambos bendecidos. Cabe señalar que los Aliprandi eran más bien pobres, al contrario de los Plaster. Una historia increíble que termina con moño para una tira diaria; o una película, como la que viven los Plaster y los Aliprandi.
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