domingo, 29 de agosto de 2010

Argentina ganó con gran amor propio

Luis Scola ataca el aro en bandeja. (AP)
El seleccionado argentino de básquetbol le ganó 74 a 72 a Australia, en su segunda presentación en el Mundial de Turquía 2010. Luis Scola fue la gran figura de un equipo que recién sobre el final pudo revertir la historia.
Argentina comenzó a vivir las ausencias en serio en la primera mitad del partido ante los australianos, algo lógico y normal, porque cualquier equipo sentiría la falta de jugadores como Ginóbili, Nocioni y la nueva de hoy, Oberto.
El equipo argentino no hizo pie en ninguno de los dos primeros cuartos, pese a que en un momento emparejó las acciones gracias al esfuerzo de Luis Scola.
“Mala defensa, sin contragolpe, ofensivas trabadas... dependemos de lo que produzcan Luis (Scola) y Carlos (Delfino) más las bombas de Leo Gutiérrez”, resumió en la red social Twitter Leandro Ginóbili, el hermano Manu, comentarista de la TV Pública.
El balance del primer tiempo fue exactamente ese, con un equipo que en un momento reaccionó, se puso a tiro pero siguió cometiendo los mismos errores y por eso se fue al descanso largo perdiendo por seis puntos.
En la segunda parte las cosas siguieron de la misma manera, y el equipo nacional estuvo siempre abajo en el marcador. Inclusive en el último cuarto, situación que pudo revertir sobre el final y a puro coraje no apto para personas con problemas de corazón.

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