La pelota no rueda

El barato (por no decir “devaluado” que ya lo ponen todos) superclásico argentino entre Boca y River que se disputaba hoy fue suspendido a los 9 minutos y 44 segundos por el árbitro Héctor Baldassi. El partido se paró debido “al agua caída y porque no se veían las líneas laterales”, según consta en el informe del juez. En realidad lo que pasaba era que el campo de juego de la Bombonera no era malo, era “un desastre” como bien graficó el comentarista de todos que por ser de todos no tiene apellido Julio Ricardo. El escenario boquense no soportó la torrencial lluvia que cayó en Buenos Aires y se ve que al nuevo canchero del club de la ribera, proveniente de Quilmes, se le quemaron los papeles.
Los jugadores, en los escasos 9:44 que estuvieron chapoteando sobre el mojado césped, no pudieron dar ni tres pases seguidos debido a que la pelota en varios sectores (casi todos) no rodaba, y por el contrario se frenaba con los charcos. Hubo un solo disparon a meta.
Ambos equipos vienen en baja en el campeonato y no están disputando ninguna copa, por lo que estaban necesitados de una victoria que, como suele decirse, les “salve el año”.
El técnico de los millonarios, el jefe Leonardo Astrada, no da pie con bola con el equipo. Por su parte el xeneixe, orientado (nunca mejor empleada esta palabra) por el chueco Abel Alves, está sumido en un barullo interno que mezcla malos resultados, con una purga intestinal y algunas decisiones dirigenciales que no son compartidas por la parcialidad.
Luego de la suspensión, se dijo que el cotejo se disputaría el miércoles, que es feriado. Pero no cayó muy bien que el Día de la Memoria se jugara un partido de fútbol, por lo que se estima que se realizará el jueves.