lunes, 8 de febrero de 2010

El oficio más hermoso y el mingitorio

Desde hace varias semanas, Miguel Wiñazki -periodista de Clarín  muy consustanciado con la pelea del Grupo al que pertenece con Los K- y Jorge Fontevecchia se vienen dedicando artículos de respuesta y contestación: acá, acá, acá y acá.
La polémica, en parte, está buena, porque desnuda algunas cuestiones de la cocina del periodismo y permite un debate sobre el que alguna vez Gabriel García Márquez dijo que es el oficio más hermoso del mundo (así como León Bloy lo consideró "el mingitorio de la literatura").
El asunto es que este domingo Fontevecchia -que además de periodista es dueño de Perfil- se despachó con algunos conceptos que a lo mejor pueden ser releídos con interés. Acá van...

  • A la audiencia, como a todo a quien se ama de verdad, no siempre hay que darle todo lo que pide, a veces hay que contradecirla, tomar distancia de sus actitudes menos evolucionadas para promover su evolución y no la cristalización de su primitivismo. Desde el periodismo, el ejemplo más dañino es, para mí, acompañar emocionalmente a la sociedad cuando se pone infantilmente caprichosa con los presidentes de turno, primero en el elogio desmedido al comienzo de su ciclo y luego con la crueldad morbosa del final, tan parecida a la de las hordas inquisitorias que llevaban gozosas a las “brujas” a la hoguera. Ambos comportamientos son socialmente autodestructivos.
  • Si el periodismo fuera un contrapoder, su función sería balancear. Como un termostato, la crítica tendría que ser más fuerte cuando la sociedad hipnotizada sólo ve lo positivo de sus gobernantes. Esto no implica no criticar al gobernante saliente que ya no cuenta con el apoyo popular, ni dejar de denunciar su corrupción. Pero si nuestro trabajo de periodistas sirve para algo, debería ser para criticar más duramente los errores de los gobiernos al comienzo, cuando su capacidad de daño es mayor y también más útil el aporte que significaría su corrección, como en cualquier enfermedad que se la descubre a tiempo.
  • Veamos qué se le critica hoy a los Kirchner: avasallamiento de los otros poderes y del federalismo, uso del dinero del Estado como herramienta de dominación política, manipulación de los datos de la economía, corrupción y enriquecimiento exacerbado de los gobernantes, etcétera. ¿No eran todos temas que estaban hace cuatro años? El INDEC, Moreno, las tierras de El Calafate, la publicidad oficial, los subsidios de De Vido... ¿no estaban todos hace cuatro años? ¿No habría sido más útil que el periodismo, hace cuatro años, hubiera sumado fuerzas para advertir a la sociedad de estos males e impedir el avance de alguno de ellos?
  • Entonces, ¿no será útil marcarle los errores a la oposición ahora y no ser concesivos con ellos por el solo hecho de que se enfrentan a Kirchner?
  • Yo creo que lo que hacemos los periodistas, además de servirnos a nosotros mismos para ganarnos la vida, también le pude servir a otras personas; por lo menos una pequeña parte de lo que hacemos podría servir. Si cada uno de nosotros, desde la posición que fuere y por mínima que resulte nuestra fuerza, cree que el periodismo sirve para algo, por ese sólo hecho el país en el que vivimos será un poco mejor cada día.
  • No se trata de aspirar a un bien supremo inhumano e inalcanzable, ni frente a su imposibilidad permitirse la desidia y tolerar cualquier presión cuyo costo sea menor a los riesgos de impedirla. Sino, aceptando que también los defectos integran nuestra naturaleza, tratar de superarnos sabiendo que siempre lo lograremos parcialmente, y fracasar con la dignidad de haber estirado nuestros propios límites.
  • El húngaro Sándor Márai escribió en su libro De verdad: “No existe, ni en la Tierra, ni el cielo, ni en ningún lugar, aquella mujer de verdad. Existen apenas personas y en todas hay un grado de verdad, y ninguna de ellas tiene lo que del otro esperamos y deseamos”. La inexistencia de verdad absoluta o total en el mundo de los sentimientos, es muy aplicable al periodismo y la objetividad. Pero esa fragilidad no sólo no impide sino que hace más necesaria la aplicación de técnicas y procedimientos profesionales que aumenten el grado de verdad de lo que producimos como periodistas. La honestidad intelectual es una de las principales herramientas porque, como decía el maestro de periodistas Ryszard Kapuscinski: “Para ser un buen periodista, hay que ser una buena persona”.
  • No es de buena persona pegarle al caído y temerle al fuerte. Es una práctica muy habitual en una parte del periodismo. Sólo por eso, al decir de Kapuscinski, ya no sería buen periodismo. Aunque lo que denuncie en su ciclo de envalentonamiento sea rigurosamente cierto, lo falso es el momento en que se decide a hacerlo.
  • El cuándo puede ser más importante que todo lo demás, especialmente cuando se llega cuatro años tarde.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Atentado a la libertad de expresión: al parecer un grupo armado habría tomado de rehen al fonoaudiólogo de Bonelli, "vos llegas a hacer que a ese nabo se le entienda algo y sos boleta!", habría sido la amenaza que esgrimieron estos malhechores.
Desde ya como periodistas, repudiamos este acto!

Anónimo dijo...

Jorge Fontecechia, debiera repasar su trayectoria en la historia del Periodísmo nacional. Uno se pregunta que respuesta le daría a su nieto si éste le preguntara: ¿Qué escribías abu, durante los años de plomo...?.
La objetividad periodística con el advenimiento de la Democracia, no es muy comprometida, considerando las frágiles gestiones (Alfonsín), el neoliberalismo privatista (Ménem), "sicarlismo" consensuado por todo el periodísmo (salvo Página 12, en tiempos de Lanata),y golpear a los K, en contraposición a los modelos anteriores, en aras de la libertad empresarial... No es una construcción significativa en la formación de opinión... La consigna del último lustro fué... mentir, mentir, mentir... que algo queda al mejor estilo de Göebbels... el periodísmo se para en le control de la información, para procesarla y dosificarla, según mandan los Centros de Poder Económico y vomitarla masticada, según la matriz de des-información que convenga al establishment de turno. Es muy dificil encontrar un R. Walsh, un Ardizzone... en los tiempos de loock-out patronales, cortes de rutas y la leche derramada en la cunetas...

Anónimo dijo...

Interesante, anónimo 14:02
Se puede coincidir rápidamente en configurar y repudiar las versiones más espúreas/patéticas aunque rentables del periodismo.
Sin embargo no todo serà cuestión de ser un mercader y de pesetas nomás.
La formación cultural, la construcción mental de la realidad -Habermas, Baudrillard y Virilio dicen lo suyo- complican y dan una vuelta de tuerca en la angustiante y fascinante tarea periodistica.
Ni hablar del egocentrismo potenciado que lleva a sorprenderse cuando un periodista pide disculpas por algún error en los conceptos vertidos.

Anónimo dijo...

Tomando el análisis de Holheimer y Adorno y el pensamiento de la Escuela de Frankfur, queda claro que no los Medios de Comunicación, no liberan, precisamente,: exclavizan.¿Alguién sabe quién controla facebook...? Millones de alienados se tiran de cabeza, por "pertenecer"(ser parte de)facebook(...)!!!

Anónimo dijo...

Creo que de fondo el tema es siempre el mismo: "la financiación de los medios de comunicación". Y a su vez, el grado de libertad de expresión que consiguen en un medio para poder expresar el fondo de los hechos. Si por ejemplo yo periodista me tengo que hacer conocido - amigo de un político X para que me pase información y yo publicarla, al final me terminaré enterando de cosas... ¿pero puedo publicarlas sin comprometer el destino económico y tal vez jurídico del medio en el que trabajo, más allá de mi relación con el político X? ¿Y si además tengo una familia que alimentar? No sé qué dice el de las salchichas de Franckfurt o "Habermas, Baudrillard y Virilio", que parecen la defensa de Belgrano. El tema es cómo hacer un periodismo útil para la sociedad, que a su vez tenga eco en una Justicia activa y que sirva para hacer cosas prácticas en la sociedad para mejorarla, no para andar colgados de hipótesis intelectualoides que no viene a cuento en la vida de un pampeano.

Anónimo dijo...

Ja-ja-ja...!!!"No viene a cuento en la vida de un pampeano(...)"¿No me digas que tu férreo voluntarismo pampeano,te priva de vivir en un sistema capitalista salvaje...?¿Si encontraste la forma, pasanos el dato, en una de esa, todos podemos prescindir de la filosofía y del pensamiento crítico!!!ja-ja-ja...! Con todo respeto y sin ánimo de ofender: Es el mejor chiste que he leído en el día.¿No tpara andar colgados..?(...)
Me recuerda que: Durante el gobierno de los genocidas, todo los que era FILOSOFÍA,pSICOLOGÍA, HISTORIA UNIVERSAL, SOCIALISMO, MARXISMO... Eran "INTELECTUALOIDES" con ideológias "foráneas", que atentaban con el "SER NACIONAL Y CRISTIANO". Por otra parte: La tortura, la desaparición física de personas, la impunidad, la muerte, la religión católica (tortura con vicarios castrenses in situ), eso representaba el SER NACIONAL CRISTIANO(...)!!!
Claro los intelectuales ya sabian que esto tambien había ocurrido en Alemania,en la España de Franco y en la italia de Mussolini...
¿Cómo no venía a cuento de un pampeano?, ¿Sabés cuantos ciudadanos jóvenes, santarroseños, hay desaparecidos...? Si UNO no quiere enterarse... seguro "que no viene a cuento en la vida de un pampeano".Tambien se puede vivir en una torre de marfil o en un frasco para quesos.

Anónimo dijo...

el que descubre hipótesis intelectualoides... hmmmm
no vienen a cuento...(!!!)
ese olor a know how deriva en menemista todoterreno con ejemplares variopintos por acá.
Que le salió rentable el pragmatismo, eso seguro.

Anónimo dijo...

ehhh... soy el de los intelectualoides, tal vez tenés razón el lo que opinás. Porque así es la opinión. Yo estuve más de dos años sin ver a mi viejo porque se tuvo que pirar del país perseguido por los milicos. Así que si tenés razón en ese apartado de las persecuciones, desaparecidos y torturas, porque por suerte a mí no me desapareció. Otros en cambio no la tuvieron. Me refería más que nada en el comentario que hice a que hay que ser más prácticos en los enfoques a la hora de delimitar las responsabilidades en una profesión, en este caso el periodismo. Las relaciones con la política, la financiación, el respaldo de una institución judicial fuerte y después sí se puede poner un contexto teórico a todo esto. Pero primero garantías, respaldo a una profesión para que te permita sustentarte económicamente, al tiempo que se cumple con las obligaciones laborales que todos tenemos independientemente de la profesión que se tenga. Hay que ser prácticos porque de lo contrario se genera burocracia. En Europa o Estados Unidos no se intelectualizan tanto los temas. Son prácticos. Se puede estar de acuerdo o no, pero los resultados son que tienen a menos gente que se caga de hambre en sus fronteras, proporcionalmente claro está. Mirá los Suizos, es que no tiene población grande, ni un ejército, ni mar, ni nada. Sólo la garantía de que si vas y ponés guita ahí no la toca nadie. Solvencia institucional y practicidad... en fin, perdón por lo de intelectualoides, tal vez me fui un poco al carajo, pero iba en este sentido la historia.

Anónimo dijo...

seudos periodistas como el tuerto de da pena son los que hacen que se mire fiero al gremio.no tiene ni secundaria y está de ladero de LVS.- intoxicando a los que lo leen.

Anónimo dijo...

Más respeto con el tuerto, no tendrá completa la secundaria pero... Si la Escuela de Frankfurt(...)!!!! : Tiene todos los libros de a-dor-no !!! jua-jua-jua!!! Este chiste solo lo entienden los intelectualoides... no lo pienso explicar...!

Anónimo dijo...

naaaaaaaaaa, todos lo entendimos y tenes razon. pero tambien fue a la escuela de chicago.te suena?

Anónimo dijo...

A la que fue Cavallo? claro, si hacen especialistas en joder gente.
Buen aporte.
Sergio

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