No hay como Un Caño

Seguimos haciendo "chivos" en favor de la revista "Un Caño", una publicación deportiva como no hay otra, sobre todo porque se mete con la cultura, con la política y con la vida misma.
Si siempre recomendamos tenerla, la edición de enero más todavía. Estas son algunas perlitas por las que vale la pena.
-Un artículo de Christian Colona se pregunta por fin si Lionel Messi es realmente el mejor jugador del mundo. A lo mejor no se contesta del todo, pero formula los interrogantes que la mayoría de los grandes medios y el marketing dejan a un costado.
- Gustavo Veiga sigue metiéndose con el poder: una investigación sobre el multimedios que se viene, un negocio (otro) a pedir de Julio Grondona.
- Ezequiel Fernández Moores cuenta varios episodios que demuestran que en el arbitraje hay deshonestidad, acomodos, arreglos y chanchullos.
- Pedro Nesta plantea un duelo imperdible: el fascista Paolo Di Canio (jugador de la Lazio) y el comunista Cristiano Lucarelli (del Livorno) responden las mismas preguntas y el asunto tiene consecuencias desopilantes y/o para la reflexión.
- Un reportaje sin casette de Ariel Senosiaín al Pato Abondanzieri, arquero de Boca: dice que está podrido del fútbol, que cuando se retire se va a dedicar a cualquier cosa menos a algo que tenga que ver con el asunto y cuenta también que hay tipos "mala leche" como Marcelo Gallardo y otros como Guillermo Barros Schelotto, que "jugando parece un enano hijo de puta, dan ganas de liquidarlo... pero afuera es hermoso".
- Un repaso de Alejandro Wall sobre las cosas que advierte en su un libro de Eclan Hill, un periodista casi desconocido en la Argentina, que relata asuntos sucios y corruptos del fútbol nuestra de cada día: entre otras cosas, revela algunos resultados arreglados en el Mundial de Alemania 2006, entre ellos Brasil 3-Ghana 0.
- Una historia de Mariano Murphy está buenísima: un equipo integrado por presos y guardiacárceles, en la Unidad 21 de Campana. Aunque no lo puedan creer.
- Esta es para futboleros intensos: ¿se acuerdan de Pablo Erbín? Sí, el defensor de Boca y River, pero también de Platense, Huracán, Estudiantes, que se fue al descenso y volvió, que "retiró" a Bochini con una patada en su último partido, el que se fue a Haití -nada menos- para dirigir al seleccionado... bueno, ése... ¿a qué no saben qué está haciendo, según el artículo de Nino Segura? ¡Es preparador físico del equipo de polo de Ellerstina y pasó de las raídas canchas de la Primera C a todo el glamour de ese mundillo tan coqueto y tan concheto!