En el país del exitismo loco y el fracasismo paranoico, todo pasa tan rápido que probablemente si hiciéramos la misma encuesta desde hoy, los resultados serían diferentes y todo se inclinarían por el "lo perdonamos". Típico olvido argento.
El asunto es que ante la pregunta de qué hacemos con Messi, una importante mayoría de quienes se meten en DiarioFisgón y se animan a opinar en las ridículas consultas, eligieron el ítem "lo mandamos a la mierda".
Claro que poco y nada debe importarle al pequeño talento nacional, que justo en el día de la fecha le puso su firma a la renovación contractual con el Barcelona hasta el año 2016, que le permite seguir cobrando paladas de Euros.
El negocio sideral del fútbol tiene razones que van mucho más allá del juego: en la época del marketing asqueroso, la publicidad invasiva y el modelaje mediático, muchas veces la solidaridad del que integra un equipo o la inteligencia del futbolista -alguna vez una virtud imprescindible para ser codiciado en el primer mundo de la pelota- pueden perfectamente pasar a un segundo plano.
Los resultados de la encuesta fueron los siguientes: el 60% opinó que a Messi "lo mandamos a la mierda"; un 19% optó por el indulgente "lo perdonamos"; el 8% pide que lo estaticemos; el 7% que lo desnacionalicemos; el 5% cree que habría que mandarlo al arco y el 4% que lo mejor es palermizarlo (que nunca quedó en claro qué era exactamente). Otro porcentaje se fue con las opciones que proponen que se siga dedicando a diversas propagandas de productos de consumo masivo.
Ahora... no se olviden de esto, ¿eh? Porque cuando Messi juegue algo en la Selección, cuando meta un gol importante, cuando clasifiquemos al Mundial y él otra vez sea el Gran Genio Nacional volveremos a hacer la misma encuesta... ¡y a ver qué dicen!
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