domingo, 19 de abril de 2009

Superpatético

¡Y a esto le llaman Superclásico! Una manga de tipos con miedo de perder -pero más miedo de ganar- que le dan la pelota a los contrarios, le pegan fuerte y para arriba, se miran feo, se pegan patadas, se hacen los guapos ante las cámaras para que delire la gilada.
Palacio corre ligero, nadie lo niega, pero de tan veloz se cansa cada vez más rápido. Y encima pide amarilla para los contrarios, sumándose a la manía buchonesca del fútbol argentino que nadie erradicará jamás.
Cabral pone tanta cara de malo que uno termina pensando que si es por la cara debe jugar mejor que Passarella y debe tener más títulos que Perfumo, pero después demuestra que además de la cara tiene pies redondos y cerebro de corto alcance.
En la tribuna, Riquelme mira con cara de Riquelme.
Y trotando la cancha siempre lejos, para no comprometerse con nada y sacarse el partido de encima, ese pequeño árbitro -en todo sentido- que es este tipo llamado Basi.
Las manos de Vega se vuelven de manteca cuando Palermo -un señor que hace lo que tiene que hacer: goles- le pega desde afuera del área y entonces explota la Bombonera de la histeria y las urgencias vacías.
Una sola pelota (sí, una sola) va al arco de Boca y Abondanzieri hace lo mismo que una semana antes: deja pasar el tiro libre que esta vez no patea la Gata Fernández, sino el Muñeco Gallardo (otro que hace lo que tiene que hacer, aunque sea caminando y en cuentagotas).
El pibe Domingo entrega todas las pelotas a los rivales. El pibe Bou... ¿el pibe Bou? El pibe Nico Sánchez hace fules en todas las jugadas y después mete ademanes como para que los hinchas crean que se queja de una sanción injusta del referí. El pibe Nico Gaitán está perdido y el pibe Pochi Chávez empieza a aprender los vicios de jugar en primera y entonces hace un poco de tiempo, evita las gambetas y juega cortito y sin riesgos.
El Negro Ibarra a veces es otro de los que hace lo que tiene que hacer, y en otras ocasiones hace lo que quiere hacer, cosa que también está muy bien (o muy mal). Del otro lado, Ferrari quiere ser como Ibarra, pero no puede.
Y como si todo es no fuera suficiente para que el domingo que podía ser vibrante y entretenido se ponga pastoso y gris, el caradura del Colorado de Narváez sigue poniendo toda la mosca para que su carota de nada aparezca en la pantalla, haciendo campaña con el cuentito de que "hay alguien nuevo en la política".
Madre mía. ¡Y a esto llaman Superclásico!
Morel Rodríguez quiere ser un guapo del 900 y entonces tira codazos y prepea a todo el mundo, convencido de que así se va a hacer ídolo (y lo peor de todo: tiene razón, ¡porque se hace ídolo! ¡Los hinchas le ovacionan ese despliegue de violencia inusitada, aunque después no tire un centro como la gente!).
Ahumada anda corriendo por el medio de la cancha, para dejar la sensación de que es el 5 de River (¡y tiene la cinta de capitán! ¡Ahumada es el capitán de River!).
Battaglia hace lo que tiene que hacer, o sea: cortar por acá, cortar por allá y dársela a uno que tiene camiseta azul y amarilla. Fabbiani también hace lo que tiene que hacer: habla durante la semana, se cambia el look para placer de los medios globalizados y cuando lo cambian da una patada en el banco de suplentes para que haya tema de conversión en los programas del chusmerío deportivizado.
Falcao, la figurita difícil, el gran delantero por el que penó River toda la semana, se come un gol impensado. En las áreas vale todo, porque el referí prefiere que a la salida los jugadores le regalen una camiseta autografiada para sus hijos.
Empatan los "superclásicos". Y los últimos minutos son un pedorreo histórico. Se devuelven la pelota mutuamente, el árbitro se hace el boludo, Buonanotte no entiende: hace lo que tiene que hacer justo en el momento en que ya no hay que hacer eso. O sea: quiere jugar, gambetear, atacar, generar peligro, cuando su equipo y los rivales han llegado al tácito acuerdo de que el empate es lo menos malo que puede ocurrirles a ambos.
Todo muy argentino: lo menos malo.

La gente pagó la entrada, las teles se encendieron, el país se paró toda la siesta.Y resulta que a las 5 de la tarde el domingo está chato, gris, arruinado, mucho peor que después del almuerzo. ¡Y a esto llamando Superclásico!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

(comentario levantado de la pagina de Plan B)

NO GANO NADIE??? están seguros???

mirá que estos pibes si no hay guita no mueven ni un pie....

BASTA DEL "FUTBOL CIRCO" DE MILLONARIOS QUE JUEGAN PARA LA TV. BASTA DE LOS mega circuitos de publicidad multimollonarios para seguir dominando a los pobres. adonde piensan que están las injusticias??? solo en los políticos corruptos???
CUANTO GANA PALERMO POR DÍA (para no decir Messi)???
cuantos muertos hay de hambre (o dengue ponele..) por día???
es tan cultural que nos caguen asi???
es tan cultural como este amor por el futbol que sentimos??? tanto como para que yo que soy mujer juegue a la pelota??? o como para que nos pasemos la vida dicendo cuanto ganó tal o cual equipo??

estaría bueno que el futbol de la AFA de grondona, del boca de Macri, etc. desaparecieran de los medios.

claro... también están los mandiyú de corrientes, los equipos pobres... que nos enternecen tanto. A LA MIERDA!!!!!!!!

FUTBOL DE POTRERO A MORIR!! DEPORTE AMATEUR!!!

Ernesto Raphael Roxi Music dijo...

Che, avisale a los de Plan B que el sitio se les vino abajo y que el web master está más ausente que el Pato Heredia.

Felipe dijo...

Si loco, porqué no vuelven a hacer como antes, es decir a poner más noticias. Me parece que lapagina esa con plan B no va ni pa trás

fisgonera dijo...

Para colmo ahora tiene propaganda de la Municipalidad!!! Vero y Juanjo ya están salvados, lograron lo que querían. Jotapé volvete para acá!!!

Anónimo dijo...

Eso!!! JP volvete al radioteatro de Violando la Norma. El reino de todooooossss???? Nooooooooooo!!!!! jajajaja eso si que estaba bueno

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