Libertad a los policías secuestradores

Los policías que integran la Familia Carro -dos en actividad, uno retirado- tuvieron la suerte que otros no: quedaron en libertad, pese a que el mismo Tribunal que los dejó en esa condición ratificó el procesamiento por el delito de secuestro.
Es decir: ellos gozan en este momento de la libertad que le privaron a su víctima. Más aún: el chico de 14 años que sufrió el accionar del grupo de tareas sigue con miedo, y la familia bajo amenaza. Se supone que el amedrentamiento es aún mayor, ahora que los mismos policías que lo "levantaron" pueden andar por el mismo barrio.
En la edición del mes de abril de la revista El Fisgón, que está en la calle, el artículo de tapa describe con lujo de detalles, contando paso a paso lo que ocurrió, ese episodio terrible, que es tal vez el caso más grave de abuso policial que haya podido comprobar la Justicia pampeana.
Es que, como cita la misma publicación, se trata claramente de un caso paradigmático de las huellas que dejó la dictadura militar, no únicamente en las filas policiales, sino entre los ciudadanos en general.