Acusan a los curas de "Franquistas"

Estamos en la Catedral porque es el lugar donde Ricardo Latorre y Antonio Martínez aún siguen oficiando misas. Estas personas están acusadas de múltiples delitos, por más de veinte denunciantes y más de sesenta testigos, faltando aún muchos más por declarar. Ellos fueron indagados, pero no respondieron una pregunta al juez, solo hicieron un monólogo de su llegada a nuestra ciudad. La causa está abierta, en manos de la Justicia...
Los que estamos de pie vamos a rezar por la verdad, la recuperación y la salud de las víctimas que su movimiento, Servi Trinitatis, generó. Por eso no seguimos la misa dada por estas personas que ni siquiera son capaces de cumplir con los mandamientos de un cristiano.
Mintieron cuando se les preguntó hace muchos años por sus miembros, hicieron que sus seguidores mientan y oculten a sus familias ¿Acaso alguien en Santa Rosa sabía de su existencia diez años atrás? La mayoría se enteró cuando la denuncia se hizo pública.
Muchos que formaron parte de este movimiento pudieron salir, otros fueron expulsados por ellos mismos al no aportar lo que pedían y hoy se sienten defraudados y hasta fueron amenazados por ellos, que siguen usando el nombre de Dios y hasta se hacen llamar Santos.
Pero la verdad siempre sale a la luz. Las tinieblas de las que ellos hablan, tal vez no les permitieron ver, o su devoción por el Régimen Franquista les hizo pensar que podían dominar como el general lo hizo en España.
Vamos a seguir de pie a pesar de las cosas que hagan o digan. A aquellos que toman nuestra actitud como una ofensa, queremos que sepan que no es así. Somos católicos, muchos fuimos catequistas, monaguillos y hasta tuvimos la suerte de ser amigos de sacerdotes. Por eso sabemos que estas actitudes se alejan mucho de lo que es un buen cristiano.
Agradecemos a todos los que nos apoyan, que son muchos, a las cadenas de oración en todo el país, a los que con su granito aportaron datos y testimonios y en especial al padre Ricardo Ermesino que siempre escuchó y no dudó en decir lo que otros negaron, que trabaja responsablemente y como un buen hijo cuida a su mamá. Gracias por dar el ejemplo y por soportar la hipocresía de gente muy ignorante.
Dios escucha, Dios es justo. Pero la Iglesia es una institución y como tal está formada por personas, las personas pueden equivocarse. En este caso los manejos de un grupo de personas no tienen por qué opacar ésta institución.
Ojalá no haya más víctimas de Servi Trinitatis, Y para los que aún siguen allí, queremos que sepan que los queremos mucho, que rezamos por ellos, que son excelentes personas y que son solo víctimas. El dolor es compartido, solo Dios sabe el sufrimiento de todas nuestras familias, y la angustia ante tanta impunidad.

Familiares de víctimas del Servi Trinitatis