jueves, 20 de noviembre de 2008

Frutilla para el postre

¡Qué bueno que hay funcionarios tan atentos a las cosas importantes!
En medio del tremendo quilombo que ellas mismas ayudaron a armar, la jueza Cristina Baladrón y la asesora de Menores Cristina Funes se apiolaron de que debía ser protegida la identidad de las nenitas metidas en la historia. Y les pidieron a los medios de comunicación que no las llamen más por su nombre (Damiana y Shakira), como si alcanzara con referirlas de otro modo para que no se sepa de quién se trata. Les digan como les digan -D y S, o Damiana y Shakira, o Dalma y Gianina, o como sea- será clarísimo de quiénes se habla. Y si la jueza y las autoridades del poder político y todos los que tienen que ver algo en el tema de veras quisieran hacerles un bien a las nenas, podrían dedicarse a otro montón de cosas antes que resolver esa ridiculez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No le hechemos la culpa a la juez en el caso de las nenas.la culpa la tienen la directora de niñez ;la éncargadada del programa de familia y los asesores letrados que no movieros las cosas antes de que salte este quilimbo

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