El Colegio de Abogados hizo conocer al STJ su posición para quejarse porque -dicen- están sufriendo el parate que hay en la Justicia como consecuencia de las medidas de fuerza que vienen haciendo los trabajadores del sector, que reclaman desde hace largo tiempo un 35% de aumento para recuperar el atraso salarial del que son víctimas.
Pero la nota de los abogados -muy propio de la mayoría de los que ejercen la profesión- es tan ambiguo que no alcanza a descubrirse que sea un mensaje solidario para con los empleados, sino más bien un pedido de que las autoridades del Superior Tribunal de Justicia impongan la mano dura.
Dicen los abogados, textualmente, dirigirse al presidente del máximo organismo judicial Víctor Menéndez “y por su intermedio a los Señores Ministros que lo integran, entendiendo que no escapará a ese alto Tribunal, la problemática existente en los Tribunales de nuestra Provincia, a raíz de las medidas de fuerza (suspensión de actividades) de los empleados judiciales. La continuidad en el tiempo y la profundización de las mismas afectan notoriamente el servicio de justicia, violando los derechos constitucionales de los justiciables”.
“Por ello, instamos a ese Superior Tribunal a que, de manera urgente, arbitre los medios necesarios para superar este grave conflicto”, acotó el Colegio que preside Raúl Juan Lordi.
Los abogados no aclaran cuál es su posición: si quieren que les aumenten a los empleados para que termine el paro, o que los sanciones para que no hagan más lío.
Qué lindo sería, también, que el mismo Colegio de Abogados se expida públicamente para quejarse de las chicanas habituales que interponen los propios profesionales -sobre todo cuando está metido el poder político- y que "afectan notoriamente el servicio de justicia".
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