El macartismo es hijo de la impunidad

El blog choto que impulsa la candidatura de Juan Carlos Tierno, y que tiene el aval del postulante loco, ha expuesto crudamente el macartismo y la ilegalidad que caracteriza a esa facción política.
Ha salido a cazar brujas, como en las peores épocas de la Inquisición. Desde el blog piden por favor que alguien les mande datos falsos, acusaciones mentirosas y falacias –lo que sea– de los “enemigos políticos”, para defenestrarlos. El objetivo es ese: hacer mierda –con razón o sin ella– a cualquiera que piense distinto a Tierno.
Y ni siquiera tienen el coraje de opinar por sí mismos, o de inventar con su propia imaginación. Tan acostumbrados están a responder órdenes, a agachar la cabeza y obedecer, que se les atrofió la independencia de criterio y necesitan que algún otro les aporte “datos”, les haga de delator, de buchón, de vigilante.
Es curiosa esa manía por negar la verdad y al mismo tiempo amar la farsa: los mismos ojos que no ven que un líder es torturador, golpeador, corrupto, ladrón, o mentiroso, se desesperan por encontrar en cualquier mujer que piense a una bruja; en cualquier periodista a un terrorista; en cualquier joven a un peligro; en cualquier ciudadano a un súbdito.
Es, de algún modo, una brutal puesta en escena de la plataforma electoral, basada en la mentira, el espionaje y la corrupción. Y seguirá ocurriendo mientras la impunidad reine en la provincia. Si la Justicia y las instituciones que supuestamente representan a eso que llaman “sistema democrático y republicano” no hacen nada para poner a Tierno y sus secuaces en su lugar, es irremediable que esta división que han generado en la sociedad se conduzca a una tragedia.
Los “autores” del blog no pueden ser interlocutores válidos de los ciudadanos que aspiran a una Santa Rosa más digna, más libre, más justa y más tranquila. A esta altura ya es imposible pretender que algunos personajes de la cohorte tiernista comprendan de qué se trata la vida en comunidad. Su concepción totalitaria les impide considerar a la diversidad como una opción.
Pero además no entienden nada: ponen el ojo vigilante al estilo “gran hermano” como haciendo alarde de algo, sin saber de qué se trata. Ese es justamente el mundo ideal que Tierno y los suyos tienen para ofrecernos: un mundo sin libertades, sin derechos individuales ni colectivos, plagado de chaturas, grises e insuficiencias.
No importa que en ese blog escriban como el culo, que usen palabras que no saben qué quieren decir, que no pasen ortografía de primer grado, que tengan un pésimo gusto... Todo eso es lo de menos: no son personajes importantes y nunca lo van a ser. Ellos mismos lo saben. Tan mediocres son que incluso aspiran a la mediocridad. Saben que ni sus hijos, ni sus nietos ni mucho menos los ciudadanos del lugar en donde viven los recordarán por alguna idea, algún acto corajudo, alguna palabra valiente, alguna independencia de criterio. Lo que hacen daría para cagarse de risa, sino fuera tan horrible.
En serio, no es por nada... ¿pero qué se puede esperar de esos personajes que como perritos lamedores siguen al jefe a todos lados? Inspiran más lástima de otra cosa.
Esos falderos nunca son importantes. Lo verdaderamente grave es que todo ese lumpenaje de baja estofa representa exactamente el pensamiento de su jefe. Y el gobierno provincial, el Poder Judicial, el partido al que representan, no han movido un solo dedo para tratar de ubicar a los pobres muchachos antes de que la sangre llegue al río.