Antaño supo tener todo el poder entre las manos. No había decisión que no pasara por él. Manejaba el presupuesto público y el destino de cientos de dirigentes y miles de pampeanos. Los tiempos han cambiado.
Rubén Marín, ahora, es tratado como un ninguno, más que como un honorable senador de la Nación. Al menos eso es lo que hicieron los dirigentes de las cámaras patronales que lo citaron a una reunión el lunes pasado.
Le pusieron lugar y horario de encuentro: a las 17, en la Asociación Agrícola. Cuando Marín llegó, no había nadie. Ni siquiera le convidaron un café. Y bueno, la verdad... que se joda, ¿para qué fue?
1 comentario:
"Por si todavía quedan independientes desojando la margarita"
archivodelaresistencia.blogspot.com
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