Después de los acostumbrados "¡qué flaco que estás!", "¿cuánto hace que no nos veíamos?", "está frío para chomba", "no es para tanto, lo que pasa que el viento te mata" y el de cajón "¿qué te trae por acá?", Panchito Torroba le contó a Gustavito que se le había ocurrido, ya que están en campaña porque el 31 de agosto hay que poner a algún lord mayor que suplante al loco que estuvo haciendo cualquiera durante todo el verano, ir a verlo para que le tirara algunos números y "ver qué onda".
Le reveló que más temprano cuando estaban tomando mate en el consultorio de Pepe -mientras éste miraba de cerca unas bacterias- se le había prendido la lamparita. "Che ¿por qué no le vamos a preguntar a Gustavo como quedó la libreta del Municipio? Digo, porque si llegamos a ganar, capaz que no podemos pedir fiado ni un paquete de yerba en lo de Don Blanco". "Ajá, tenés razón, que buena idea"; y allá salieron con la cola como estaca. Cuenta una vecina chismosa (que no vamos a decir quién es porque no queremos delatarla) que Francisquito le dijo bajito en la vereda del consultorio a Pepe: "Pepe, abrigate bien el cuello que está fresco y vos sos medio débil; te vas a enfermar". Como Pepe es un rebelde sin igual no le hizo caso; pero la cosa es que se fueron.
Según los bochos de radionoticias, los chicos estuvieron "reunidos durante dos horas y cuarto". Al día siguiente de la visita, Panchito le chismorreó al movilero de los narigones que "fue muy positivo el hecho de que hayamos sido recibidos por el interventor" y aunque no dijo que lo que le preocupaba era que Pepe estaba muy despechugado, nosotros lo sabemos muy bien. ¿Mirá si justo Gustavo estaba en el baño y no los podía atender? ¡Qué macana hubiera sido tener que volverse al consultorio con Pepe y los mocos colgando!
Por suerte Gustavo va temprano y tenía la libreta municipal a mano. La miraron juntos, hicieron un par de cuentas (había números que ni se entendía que eran por lo que no pudieron averiguar si eran papas, palotes, o un buraco de este tamaño), y concluyeron en que la cosa no es tan grave... O sí lo es, pero no les queda otra que decir que no.
"Nos brindó una información sintética, global, de cuáles han sido los avances. También nos expresó cuál es el déficit que quedará. Los números ya se los había transmitido a la prensa y posiblemente el endeudamiento por los adelantos de la coparticipación sean un poco menor de lo previsto", le siguió contando Pancho al transmite preguntas de la 101. Claro, más vale que iba a ser "sintética y global", si estaban hablando de los "avances". Más rato habrán estado con el "déficit" (es decir retroceso) ya que solamente este loco que estuvo antes pudo hacer semejante cacho de macana en tan poquito tiempo; y encima ahora el pato lo paga Magoya, es decir nosotros que tendríamos que ir en masa al Registro Civil a cambiarnos el apellido. (Se puede elegir también entre Montoto y Cadorna).
Como el cargoso preguntador no la cortaba, Pancho le tiró la siguiente: "si bien es una situación preocupante nos queda la impresión de que con políticas adecuadas, austeridad, con la colaboración del personal y haciendo una reestructuración, una política de Estado, creemos que se puede salir adelante". Es decir que le dijo una regla básica de administración que no es ninguna novedad. Ni acá ni en la China. Lo raro es que no se les hubiera ocurrido antes, y no digo por el loco, sino desde siempre.
A la hora de tirar alguna buena, aunque sea una pista de qué caracho habría que hacer para salir a flote, a Francisquito se le ocurrió poner un "corset legislativo" que impida contratar empleados y empleados y empleados a tontas y a locas, y que después no se sabe donde ponerlos ni que ponerles a hacer y tampoco -lo que es peor- como pagarles. O sea que la idea que se le ocurrió es que el cuerdo y criterioso sea un legislativo y no el propio intendente, que se supone llega a ese cargo por ser -justamente- cuerdo y criterioso.
Como el cargoso preguntador no la cortaba, Pancho le tiró la siguiente: "si bien es una situación preocupante nos queda la impresión de que con políticas adecuadas, austeridad, con la colaboración del personal y haciendo una reestructuración, una política de Estado, creemos que se puede salir adelante". Es decir que le dijo una regla básica de administración que no es ninguna novedad. Ni acá ni en la China. Lo raro es que no se les hubiera ocurrido antes, y no digo por el loco, sino desde siempre.
A la hora de tirar alguna buena, aunque sea una pista de qué caracho habría que hacer para salir a flote, a Francisquito se le ocurrió poner un "corset legislativo" que impida contratar empleados y empleados y empleados a tontas y a locas, y que después no se sabe donde ponerlos ni que ponerles a hacer y tampoco -lo que es peor- como pagarles. O sea que la idea que se le ocurrió es que el cuerdo y criterioso sea un legislativo y no el propio intendente, que se supone llega a ese cargo por ser -justamente- cuerdo y criterioso.
Para apaciguar a los vecinos santarroseño que ya se están arrancando los pelos, Fran expresó que "la situación de la Municipalidad se puede llegar a manejar". La verdad que es una buena frase, ya que de no haber salido de su boca tan modocita, nos estaríamos preguntando para qué corno se presenta de candidato entonces. Igual a no tirar manteca al techo porque "los problemas no se solucionarán de un día para el otro, porque de un déficit de dos millones mensuales no se pasará a tener superávit de la noche a la mañana", aclaró en un tono parecido al que podria haber dicho "calma radicales libres".
Siempre de acuerdo a los que registró el micrófono de los narigudos, Torroba comentó que "le planteamos (a Gustavito ¿a quién va a ser?) que todo debe ser una cuestión de políticas de Estado, en la que se debe involucrar también a la Provincia para que no haya márgenes para irresponsabilidades futuras", a lo que Gustavito, mientras miraba de reojo la hora, entrecerró los ojos y le dijo: "Mmjá", pasándose la lengua por entre las encías como siempre hace cuando ya está medio embolado. Después, como ya era la hora de almorzar, se fue cada chancho a su chiquero.
Siempre de acuerdo a los que registró el micrófono de los narigudos, Torroba comentó que "le planteamos (a Gustavito ¿a quién va a ser?) que todo debe ser una cuestión de políticas de Estado, en la que se debe involucrar también a la Provincia para que no haya márgenes para irresponsabilidades futuras", a lo que Gustavito, mientras miraba de reojo la hora, entrecerró los ojos y le dijo: "Mmjá", pasándose la lengua por entre las encías como siempre hace cuando ya está medio embolado. Después, como ya era la hora de almorzar, se fue cada chancho a su chiquero.
Ni Coller, ni Gustavito, ni Romano, ni el vasco Laurnagaray, ni el viejo Martínez, ni Platoneban, ni Aristoteleban, ni Socreteu, ni siquiera la vecina chismosa ni el chismoso Panchi Cufré nos pudieron avisar si el otro candidato, Juan Carlos Tierno, es amigo o tiene pensado ir a visitarlo a Gustavito. Pero como somos re vivos, ya sabemos que no va a ir porque no necesita mirar la libreta, ya que los números en rojo los escribió él.
(Ilustración: Archivo de la Resistencia)
4 comentarios:
Deseo fervientemente RECONTRAFELICITARLOS.
Tanta creatividad tiene que tener más altos destinos. Son INCREIBLES, ESPECTACULARES,BUENISIMOS, lo mejor de lo mejor. Si Da Pena quiere levantar un poco, tiene que contratarlos, no importa lo que pidan.
LOS FE LI CI TO.
Muy buena la crónica. muy buena... tengo que felicitarlos expectacular
E X C E L E N T E
Laaaaaaaaa!!! qué cuentito se escribieron eh?
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