Desde que perdió el superclásico con Boca, River no deja de tener problemas. Justo en esa semana, además, tuvo otra traumática eliminación de la Copa Libertadores: el San Lorenzo de Ramón Díaz le dio vuelta el partido con dos hombres menos. Y ahora, un par de sus jugadores se fueron de boca.Si Oscar Ahumada hubiera pensado en las consecuencias de sus declaraciones, tal vez hubiera elegido hacer un minuto de silencio. Le hizo falta justamente lo que él cuestionó: se quejó de que los hinchas de River, ese jueves, cuando San Lorenzo se les vino encima hicieron "un silencio atroz y quizás eso se trasladó a la cancha".
Pero fue más allá, porque eligió una comparación que es como un puñal en la espalda para los simpatizantes millonarios: "Yo he jugado en la cancha de Boca, ganando 2 a 0, y la hinchada de ellos se nos caía encima".
El arquero Juan Pablo Carrizo tampoco hizo un minuto de silencio. Dijo -entre otras cosas- que "el amor por la camiseta no existe más"; coincidió con Ahumada en que "faltó aliento" y encima admitió que en el grupo cada cual tira para su lado.
La situación en River explota en los espacios de Internet fundados por los hinchas, donde al volante central lo crucifican. Algunos otros, sin embargo, reconocen su sinceridad. Un dirigente ya adelantó que pedirá que lo separan del plantel, pero el técnico Diego Simeone lo confirmó como titular para el domingo.
La situación en el club de la banda roja está convulsionada. El domingo pasado algunos hinchas arrojaron maíz, tratando a sus propios jugadores de "gallinas", en medio de un clima político también enrarecido. River visita el domingo a Independiente, que viene con el pie derecho.
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