Un "apriete" a Diego Roca

La llamada Juventud Peronista Plural concretó un burdo “apriete” al subsecretario de Salud Diego Roca. El joven funcionario se animó a decir, públicamente, que su antecesor Rubén Ojuez le había dejado una herencia bastante compleja. Incluso estaría realizando un informe interno para que el gobernador conozca en detalle el estado en que tomó la Subsecretaría.
A través de un comunicado de prensa difundido en las últimas horas, los “jóvenes plurales” le advirtieron: “queremos hacerle llegar un mensaje; un mensaje que le recuerde que se debe trabajar por y para los pampeanos, que esa es la tarea para lo cual fue elegido. No olvidando jamás los valores de lealtad y de compromiso político”.
El pecado que cometió Roca es “hablar de más”. Los mafiosos dirían que “buchoneó” y que debería haberse callado.
La Juventud Plural, que estuvo absolutamente desaparecida durante el proceso que concluyó con la caída de Tierno (un gobierno que se ocupó especialmente de las problemáticas juveniles), ahora lució rápida y dura para castigar a Roca. Sus principales integrantes, que se sepa, han sido Carlos Amoroso, ex secretario privado de Tierno y Rodolfito Calvo, responsable del Consejo de la Juventud provincial.
Pero el comunicado no lo hicieron para reclamar mejores políticas para los trabajadores, sino para exigir silencio. Porque opinar contra Ojuez –según creen– sería “una simple manera de esquivar una situación compleja que se vive hoy (…). Emitir este tipo de opiniones no hacen más que convertir esta situación en un pasatiempo sin sentido, que menoscaba la posibilidad de definir alternativas de solución a dicho problema. Esto desde ya, pone en duda la capacidad de actuar de un funcionario público, es más, permite deducir que en realidad se carece de aptitud para gestionar con eficiencia y cumplir con el deber cívico de funcionario, de resolver y atender las demandas que aquejan a la sociedad”.
Roca dijo, entre otras cosas, que lo que se inauguró pomposamente como un hospital en el Plan 5.000 es nada más que una posta. Roca es un funcionario con un estilo distinto al acostumbrado: en general, no ha estado vinculado a la rosca y los negocios políticos.
En su cargo cometió errores importantes y otros tal vez no tan importantes pero inoportunos, como las vacaciones en el exterior que se tomó en medio del conflicto de Salud. Forma parte de un gobierno que es lo que es, y él lo sabrá. Pero el “mensaje” de los plurales es sospechoso.
Salud es un área de presupuesto suculento y transacciones grandes, donde se mezclan muchos intereses legítimos y de los otros. La tarea de un funcionario es, entre otras, hacer un diagnóstico del lugar al que llega. Y obrar en consecuencia. También es su obligación contarle a la ciudadanía en qué estado está su área, algo con lo que Roca hasta ahora cumplió a medias.
Estaría muy bien que el subsecretario hiciera público si existen estadísticas inventadas, dibujos presupuestarios o manejos poco claros.