Miyi le apunta a los buchones

Hoy es un día clave en el juicio oral y público por los hechos ocurridos en la Subzona 14 durante la dictadura. Por la mañana declararon 3 víctimas, que relataron las barbaridades de que eran capaces los salvajes integrantes del Grupo de Tareas.

Pero esta tarde va a haber picante. No sólo porque declararán más víctimas -una de ellas es Hermes Accátoli- sino porque será el turno de Mireya Regazzoli, quien quizá por primera vez en lo que va de las audiencias expondrá claramente su verdad respecto de la existencia de delatores y buchones: señala directamente a Carlos Aragonés y Rubén Marín.

Miyi hizo un adelanto público de lo que sabe en una entrevista que hizo con El Fisgon y que fue publicada en noviembre de 2005. Fue un repaso histórico, que seguramente hoy quedará asentado con palabras similares ante el Tribunal Oral Federal.

Para seguir haciendo Memoria, a continuación se transcribe parte de aquella entrevista con la Miyi.

Mireya Regazzoli parece secarse una lágrima cuando se acuerda de la dictadura en La Pampa. Habla con El Fisgón de aquellos años de plomo, y de los años previos en que -dice- Marín hizo todo lo posible para voltear a su padre, don Aquiles José Regazzoli, electo como gobernador en el '73.
Durante la charla, Miyi apenas se guardará un puñado de detalles, porque -justifica- quiere reservar algo para el libro en 3 tomos que ya está preparando. Pero no duda en afirmar que Rubén Marín y "su jefe" Carlos Aragonés fueron los grandes buchones de la dictadura: "delataron a todos. Ellos armaron las listas con Camps", afirma.
Camps es Ramón Camps, uno de los genocidas más famosos, que antes de ir a hacer de las suyas en la Bonaerense pasó por La Pampa.
Regazzoli dice que Marín quiere hacerse al mártir contando que estuvo preso con los militares, "pero no estuvo ni demorado". Y apunta que a Aragonés lo detuvieron 4 días "como para que terminara de delatar todo". Y por las dudas, deja en claro que "los delatores deben estar presos".
-¿Cuál es el recuerdo más fuerte que tenés de la dictadura?
-El recuerdo más fuerte es cuando se cerró la puerta naranja de la celda de la comisaría Primera. A partir de ahí tomás conciencia de que todo se terminó, que se terminó la libertad y bancatelá. Ahí hay que aguantar. Yo no puedo ver nada pintado de naranja, teno naranjofobia... Eran las 9 de la mañana del 24 de marzo. Era una ebullición, me fueron a buscar a la casa de mi mamá, estaba lleno de patrulleros y camiones con ametralladoras. Yo dije: "Voy y vuelvo, ¿para qué quiero el abrigo?". Me cargaron en un auto y cuando llego a la Primera todos mis alumnos de la nocturna estaban ahí. Después vi mi foto prontuariada.
-¿Cuánto tiempo estuviste?
-Fui paseada por muchas cárceles. Estuve 100 días en carácter de desaparecida. El recuerdo fuerte fue cuando se cerró esa puerta, no me lo esperaba, no era funcionaria del gobierno... Tenía 34 años. Y a mis hijos no los vi durante 11 meses. Lo más duro fue la Brigada de Investigaciones, por las condiciones del encierro, lejos, controlada con una ametralladora, teniendo que salir a un baño todo roto afuera, sin bañarse ni nada. Y lo peor es... yo no puedo dar nombres, pero... la vejación de ver torturar a las chicas de Pico que después pusieron en libertad... ¡tenían 18 o 19 años! Ajjj... me revuelve aún hoy. Y después ver cómo baldeaban... después me pasaron a la cárcel, el 1° de julio. Ahí me ponen a disposición del PEN y ya estaba como detenida legal, blanqueada. Ahí me acuerdo que lo crucé al doctor (Ricardo) Felgueras (médico del Servicio Penitenciario Federal) y le dije: "Coco, por favor... que se termine la tortura". Esos cien días habían sido los más bravos, después me vinieron a buscar en avioneta y me acuerdo que me esposaron los dos pies a la butaca; me llevaron a Neuquén, después a Magdalena, y al final caí en Devoto. Pedí que me llevaran al pabellón donde estaba Raquel Barabaschi. Y me respondieron: "ni pienses, y donde te vamos a mandar mejor que ni digas que sos peronista". Al otro día era mi cumpleaños, mirá vos... Fui a un pabellón heterogéneo, con la hermana de Santucho, chicas del ERP, montoneras, arquitectas, profesionales, un tercio sabían por qué estaban presas, el resto no tenía nada que ver, no había estado en política, ni tenía la mínima idea...
-¿Alguna vez te cruzaste con tus carceleros?
-Tengo una anécdota muy jodida, con (Carlos) Yorio (uno de los pampeanos detenidos por violación a los derechos humanos). Él había sido alumno mío. Como familia tuvimos tres personas que se acercaron a ofrecer lo que necesitaran, porque estaba papá detenido en un lado y yo en otro. Fueron Pablito Fernández (el padre), Pacheco Berhongaray y Coco Maraschio. Cuando estaba conversando con Coco en la Primera, pasa Yorio... yo ya estaba detenida. Y Yorio me dice: "¿Cómo le va, profe?". Yo le dije: "Muuuuy bien". Y él me contestó, dándose vuelta: "Pero no se olvide que está presa". Yo le respondí: "Usted no se olvide que rejas al pensamiento ni a las ideas se le ponen".
-¿Nunca más lo volviste a cruzar?
-No, y espero no volver a encontrarlo nunca más. Ni a él ni a Baraldini, ni a Aguilera ni a ningún otro.

Señor en donde estuvo

-¿Qué recuerdo tenés de tu viejo como dirigente político y como gobernador?
-Lo que más admiré, honestamente, y que realmente no tengo, fue su humildad. Papá fue muy especial, no era una persona efusiva, que demostrara el afecto, pero era una persona con la que un hijo o un militante se sentía contenido, seguro. Imponía un respeto que a veces no te animabas a decirle alguna cosa, era algo natural de él... Fue señor donde estuvo. Cuando fue arquero fue el patrón del arco, cuando fue policía tenía tanta honestidad...
-¿Sentís el aura del apellido?
-Sí, es muy fuerte el peso del apellido. Más en una época donde no hay valores, o... mirá lo que es mi casa... y es lo único que tengo.

El traidor

-¿Marín complotó contra tu viejo?
-¡Terrible! ¡Terrible! Pensar que lo fuimos a buscar porque papá lo elige... en ese momento era uno de Santa Rosa y otro de Pico, era un balance que después el mismo Marín transformó en un desbalance, cuando empezó a hacer lo que quiso, con Marín-Mediza, con los dos senadores de Pico, todo Pico, Pico, Pico... Pero no revitalizó ni defendió la economía de Pico.
-Volviendo al tema de Marín como vicegobernador de tu papá, ¿cómo surgió?
-Su aspiración era ser concejal de Trenel. Pero papá ya estaba consustanciado con la necesidad del trasvasamiento generacional y por eso fue él.
-¿Se puede decir que lo traicionó?
-Sí, claro que fue traición. A los 4 meses fue a pedir la intervención, pidió una entrevista con el ministro del Interior, para conseguir unas casas o no sé qué... El ministro lo llama a papá y le dice: "decime, Paisano -como le decían a él- venite porque tu vicegobernador vino a pedir la intervención". Acompañado de Aragonés. Que es el verdadero jefe de Marín. Y me hago cargo de lo que digo. Y después, la segunda vez, fue cuando el accidente en que murieron los diputados... salieron a pedir la intervención. ¿Por qué? Se puede entender en el contexto de lo que pasó en el país, en que todos los gobernadores eran derrocados por el poder sindical, que era la derecha. La acusación es que eran gobiernos de izquierda, de la "tendencia"... a todos los acusaban. Quedaron 8 en pie. Fue el poder sindical, y por eso te digo que Aragonés fue el verdadero jefe. Y lo sigue siendo, porque sigue estando siempre, ¿eh?
-¿Es el jefe político, económico...?
-Es el jefe. Y no me lo nombres más a Aragonés que me hacés vomitar...

Derecho y humano

-¿Crees que Marín sigue siendo de derecha?
-Nunca vi que fuera de izquierda. ¿Le viste alguna vez una actitud de izquierda? Escuchame... él vive del socialismo, dice que en su juventud era socialista, se vanagloriaba de eso, pero yo nunca lo vi que no fuera de derecha. Porque los que realmente estuvimos comprometidos con la sociedad hicimos otra cosa. Yo, siendo hija de un ex gobernador, le paraba la provincia desde la docencia. Pero en ese entonces dábamos clases y no firmábamos. Por eso fui tan acusada de zurda por algunos del Comando de Organización... Era por mi actitud con el gremio docente. Y después terminamos todos presos. Aragonés y Marín prepararon las listas con Camps. Fueron los delatores de todos. Porque qué casualidad... Aragonés estuvo preso 4 días y Marín ni demorado.
-Los que hacen la biografía alcahueta de Marín dicen que fue perseguido de la dictadura...
-Es una historia... se quiere hacer pasar como que Marín estuvo preso. ¡Marín no estuvo preso! ¡Mentira! Es una ficción que le quiere pasar a las nuevas generaciones: que estuvo preso. ¡Ni demorado estuvo! Preso estuvo Covella, estuvieron los chicos de la Universidad, algunos consiguieron escaparse, preso estuvo Chumbita... otro al que sacó mi papá antes de que lo detuvieran fue a Jorge Rodríguez (pertenecía al encuadramiento de profesionales, habían matado a 4 ideólogos...) Las primeras detenciones habían sido el 12 de noviembre del '75, estaban velando a mi suegra. Yo le mandé a decir a Hugo Chumbita que no viniera, y que se vaya. Estaban él, Bragulat, Otálora... cuando cambian a Camps, Camps deja la lista.
-Y vos decís que Marín y Aragonés la hicieron con él...
-Yo lo digo y me hago cargo de lo que digo. Sí. Son los "buenitos"... y después vienen a contar que estuvieron presos. Aragonés estuvo 4 días, como para terminar de delatar todo.
-Marín no estuvo preso, pero ¿debió haber estado preso, no por sus ideas, sino por delitos?
-Bueno... en ese momento podría haber estado por algunas irregularidades que si continuaba la democracia hubieran ido a parar al Tribunal de Cuentas, para ver qué pasaba con otro poder, que era el Legislativo...
-Pregunto si crees que debería haber estado preso por sus delaciones...
-Bueno, sí, sí... el delator debe estar preso. Deben estar presos el ladrón, el asesino y el delator que lleva a que otra gente pierda hasta la vida. Cuando yo salí en libertad me hicieron ver quiénes me habían denunciado. Pero esos son detalles que voy a terminar de dar en mi libro, porque si no no va a tener ningún sentido. Pero me hicieron ver quiénes me delataron, de puño y letra, gente que estaba al lado de papá. Pensé: ¿esta gente no midió que era una madre de 4 hijos? Porque en ese momento en las detenciones te iba la vida... Y te marca. Para siempre. Uno para seguir viviendo no puede todos los días abrirse una herida, lo que no significa ser insensible. Pero hay que tratar de que a los demás no les pase nunca.