Los trabajadores del 3, firmes

Los trabajadores de Canal 3, reunidos en Asamblea, aprobaron un documento repudiando la persecución laboral hacia el periodista Gustavo Schnan, ocasionada por su activa participación en la lucha llevada a cabo por la mayoría de los empleados.
Schnan fue sometido a sumario administrativo para impedir manifestaciones de protesta, acusado de difundir caricaturas, en el marco del reclamo de los empleados de la emisora para lograr la recategorización por funciones de todo el personal, el reconocimiento como trabajadores televisivos del Estado provincial y el pase a planta de los contratados como monotributistas.
Además exigían transparencia en la administración del canal y el pluralismo correspondiente a un medio público estatal, único canal de televisión patrimonio del pueblo pampeano.
El documento difundido por la asamblea de trabajadores de Canal 3 se publica textualmente a continuación.
Los trabajadores de Canal 3 repudiamos la persecución laboral iniciada contra Gustavo Schnan, un compañero trabajador de la emisora y dirigente gremial del Sindicato de Prensa, por parte de la Secretaría General de la Gobernación a cargo de Raúl E. Ortiz, que basándose en una nota firmada por los gerentes del canal, presentó ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) un pedido de investigación. En los considerandos del mismo se hace referencia a dibujos en forma de caricatura y a carteles pidiendo transparencia administrativa, que fueron exhibidos en la emisora los cuales, afirma: “generan un daño irreparable en la imagen que toda dependencia pública estatal requiere”.

Cabe destacar que dicha presentación fue efectuada en el contexto de un fuerte reclamo gremial por reivindicaciones laborales largamente postergadas y por que la emisora cumpla con su función social como medio público estatal, solventada por el pueblo pampeano, reflejando todo el espectro de la realidad social, política y cultural pampeana, respetando el pluralismo, transparencia, organicidad y credibilidad que toda institución pública requiere.


Desde 2007 los trabajadores venimos luchando, entre otros objetivos, por: El reconocimiento de nuestras funciones como trabajadores de TV, tanto a empleados 643 como 2343 y blanqueo con pase a planta de contratados.


En ese marco las autoridades no permitieron la salida en la pantalla de estos reclamos y es por ello que utilizamos los espacios destinados a las actuales carteleras para manifestarnos internamente. Como así también nos expresamos con aplaudidas, por las cuales nos enviaron móviles policiales a reprimir.


Esta lucha ha permitido que los pampeanos tomemos verdadera dimensión de lo que son los “daños irreparables” en una entidad estatal. El daño a lo largo de años, lo hicieron quienes manejaron la emisora con amiguismo, censura, falta de transparencia, precarización laboral, etc.


Los trabajadores se preguntan: ¿qué provoca daño irreparable? Un dibujo caricaturesco o las siguientes cuestiones que han marcado la historia de Canal 3, por mencionar sólo algunos puntos de gravedad y deterioro institucional:


1) La desnaturalización de la finalidad con la que fue creado Canal 3, para servir al conjunto de la sociedad pampeana como medio público estatal, convirtiéndolo en un mero instrumento de propaganda al servicio del partido gobernante y en los últimos años aplicando un censura extrema y burda que generó el repudio hasta de los mismos trabajadores.


2) La precarización laboral generalizada que marcaron los años 90 en la emisora, con los llamados contratitos y planes de empleo, desconociéndose los derechos de los trabajadores y la vigencia del régimen televisivo existente en la ley 643 desde 1982. Entre los daños que esto generó, pueden mencionarse la pérdida de la antigüedad de los empleados, padecida hasta la actualidad. En estos años que también significaron mala administración, gastos desmesurados y manipulación informativa, pudo escucharse la voz de los empleados denunciando públicamente que “la idoneidad y el profesionalismo no han existido como criterio valorado” y que se percibía “el autoritarismo y la práctica del hecho consumado” (“La Arena”, 21 de septiembre de 2001).


3) Un director que se jactó de “no mirar canal 3” e hizo apología de la censura cuando afirmó que los opositores “tienen que hacer algo si quieren salir” en la pantalla. El mismo que justificó la degradación de la profesión periodística, sosteniendo que no se podía hablar mal del empleador, dando a entender que “el que no deforme u oculte la realidad en beneficio del gobierno, no puede trabajar en Canal 3, se lo despide” (“La Arena”, 28 de abril de 2005). Además de lo que fue calificado como fascismo comunicacional, durante esta gestión también se denunciaron discriminación y facturaciones dudosas, relacionadas con el manejo arbitrario de los fondos del Estado destinados a publicidad.


4) Decir que “durante la gestión del Gobernador Jorge se acabaron los curritos particulares que se hacían en el canal con recursos del estado”, habiendo ratificado en el manejo de esos recursos al mismo funcionario que venía administrándolos desde toda la gestión anterior, para terminar ascendiéndolo posteriormente. (“La Arena”, 29 de abril de 2009, cita textual de lo expresado por el Secretario General de la Gobernación, cuando se refirió despectivamente a quienes reclamaban en la emisora como “creídos que hacen la revolución bolchevique”).


5) La incompatibilidad ética de funcionarios del Canal participando en producciones privadas en el mismo, continuando con la vieja y corrupta práctica de confundir los intereses públicos con los particulares.


6) El amedrentamiento a los trabajadores que realizaban pacíficamente sus medidas de fuerza, enviando la policía a la emisora.


7) Autoridades que ignoran desde abril de 2009 el pedido de los trabajadores, por ley 1.920 de acceso a la información pública, para conocer en detalle el uso que se da a los fondos destinados al canal.


8) La insólita y penosa situación de un medio de comunicación sin página web, fuera de servicio desde hace largo tiempo.


9) Que el Gobierno siga sosteniendo al gerente del Informativo, ejecutor de la mayor censura en La Pampa desde la reinstauración de la democracia.


10) El fomento de la desmemoria. Con casi 40 años la emisora no tiene su archivo con videos conservados y el correspondiente acceso al público.


11) El deterioro evidenciado a través del tiempo, tanto en lo institucional como en las instalaciones de la emisora, por muchos años sin el mantenimiento adecuado. A esto se suma el riesgo laboral, en condiciones precarias de trabajo y con el personal expuesto a los efectos de radiofrecuencias, microondas y otros agentes potencialmente dañinos, sin que se hayan atendido los pedidos de un estudio serio al respecto para dimensionar el daño en la salud de los trabajadores.


12) La pretensión de convertir a Canal 3 en Sociedad del Estado, figura legal que hubiera posibilitado eludir la Ley de Contabilidad de la provincia, como así también el debido accionar del Tribunal de Cuentas. Los trabajadores nos opusimos a esto, denunciando que se buscaba la precarización laboral y que se impulsaba una privatización encubierta de la emisora, abriéndola a la asociación con sectores privados y por ende a la posibilidad de hacer negocios particulares con bienes públicos.

Los trabajadores queremos reparar el verdadero daño causado a nuestro canal, instalando como ideales una TV pública, con transparencia y pluralismo, El derecho del Gobierno a difundir sus acciones no debe asociarse a la discriminación como tampoco a la grosera manipulación informativa, en un medio que es de la comunidad pampeana en su conjunto y que debe dar lugar a todas las opiniones, como así también promover ante todo la cultura y la educación en sus contenidos. Esperamos que de ahora en más, los pampeanos tengamos el canal público que nos merecemos. Por ello seguiremos nuestra lucha.