Los sindicatos convocaron a una masiva protesta contra el plan de ajuste aprobado por el gobierno, al término de la cual cientos de manifestantes furiosos intentaron tomar el edificio del Parlamento usando bombas incendiarias y gas lacrimógeno.
En el marco del enfrentamiento lanzaron bombas molotov, a las que la policía respondió con un uso masivo del gas lacrimógeno.
Cientos de personas salieron huyendo por las calles del centro en medio del pánico, según un cable de la agencia de noticias Dpa.
Al menos dos oficinas bancarias se quemaron por completo y se escuchaban las explosiones de las granadas de gas lacrimógeno. Los disturbios se propagaron por todas las calles adyacentes al Parlamento.
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