martes, 27 de abril de 2010

Todo blog es político

(...) No somos víctimas de nada, no somos vengadores anónimos, no tenemos que rendir cuentas de ética pública, pero partimos de este incipiente principio: todo lo que ayude aunque sea un poquito a hacer mierda la política... está mal. Seremos capaces de revisar nuestras acciones en virtud de ello, amigos. Participamos de un proceso político que terminó de torcer el concepto de “periodismo independiente” hasta convertirlo casi en un oxímoron, porque ese concepto dejó de contener aquello que constituía su aura: se era independiente en torno del Estado. La “nueva independencia” o “una nueva independencia” marca su territorio en torno de
poderes fácticos que ya no se identifican automáticamente al poder del Estado. El apego de determinados periodistas a la línea editorial de la empresa a la que pertenecen en un contexto de cruda discusión como el de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ha invertido el orden: de repente un canal público aparece como espacio de resistencia en una correlación de fuerzas bastante desproporcionada frente a aquellos medios hegemónicos. ¿Qué hacen, qué tienen que ver los blogs en el medio de esto? Hacemos lo que podemos. Y probablemente la verdadera razón por la que existen muchos “blogs oficialistas”, que funcionan de manera individual, que forman sus propias comunidades primitivas, es el modo en que mucha gente resuelve una necesidad: la de decir de qué lado está, la de hacer pública una conciencia crítica y tratar de ser parte en un debate donde se debate casi todo.
(...) La única blogósfera política en crecimiento constante fue la que hoy es etiquetada con la letra K, donde hay un conjunto de blogs (entre veinte y treinta, digamos), cuyo tráfico diario no baja de las mil visitas reales, además de una cantidad indeterminada de otros blogs, que está dando sus primeros pasos y suman otros miles más. En estos blogs se discuten y debaten algunos de los temas que en el Comité Central de la calle Tacuarí decidieron que no se hablaran más. O que se hablaran de manera diferente. No hay secreto. Si dejás un territorio huérfano de comunicación, es de cajón que va a venir una runfla de desharrapados y te va a hacer un asentamiento gramatical justo ahí, en el descampado que provocaste. Y no hay tutía, porque una vez que tomaron la palabra, lotearon el lugar y le dieron a cada uno su lugarcito, no se van más. Los blogs son el modo que mucha gente eligió para decir que no es inocente, que no está ajena a un proceso político intenso y de insospechado final, y donde ofrece lo único que puede ofrecer al servicio de la Nación: su tiempo y su banda ancha. Vamos a pérdida. No romperemos el cerco del anonimato ni agrandaremos nuestras cuentas bancarias. Y en esto, por ahora, somos como el cuento del japonesito preso que cocina en el barco de los aliados: estamos meando la sopa. Ni más. Ni menos.

(Parte de un artículo de Fabián Rodríguez, Martín Rodríguez, Santiago Alvarez y Franco Vitali, bajo el título "Todo blog es político". Son responsables de los blogs Conurbanos, Revolución Tinta Limón y Un Día Peronista, respectivamente).

2 comentarios:

soliman el magnifico dijo...

che ademas de ser blogueros k, ahora tambien funcionan como barrabravas morenistas para amedrentar a criticos del gobierno monarquico k.
que bien estos son los fachos progres, mas fachos que progres contratando a delincuentes como patovicas.

Anónimo dijo...

¿Críticos del gobierno? te referís a los esbirros de Magnetto-Noble. Más arriba hay un posteo sobre el Monopolio de periodistas "In-The-Pendientes". Solimán, des-TNeate.

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