sábado, 3 de abril de 2010

Llevada por el viento

La verdad es que el cuadro está buenísimo. Con esos colores refulgentes, esos trazos casi dolorosos, esa impronta bien de Jimena Cabello. Pero ni así se justifica que se lo hayan afanado. Para colmo -y parece una metáfora de lo que pasó- la pintura, terminada en marzo/abril del año pasado, tiene nombre: "Llevada por el viento".
Es increíble lo que ocurrió, como de una película, pero a la vuelta de la esquina: eran entre las 5 y las 6 de la madrugada del jueves, en Frida -el local nocturno que está sobre la calle Alvear al 42- cuando una persona enamorada del arte -ojalá que así sea, al menos- decidió apropiarse de esa pintura que hasta entonces era un disfrute para todos.
Mientras alrededor había mucha gente, aprovechó la distracción de la mayoría que bailaba y manoteó la obra que estaba puesta frente a la barra de tragos. Parece que nadie lo/la/los vio. Primero habían descolgado el cuadro y después se usó un elemento cortante para llevarse la parte del lienzo que valía la pena. El bastidor de madera quedó ahí, abandonado en el piso, apoyado contra una silla.
Jimena Cabello no tiene mucho que decir sobre el asunto: "es raro...", repite, y poco más. Aunque en el fondo espera por algún dato... Hasta entonces, no habrá otra que pensar que la pintura fue... llevada por el viento...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Un émulo de Thomas Crown?

Anónimo dijo...

¡naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...!¡Quién se lo vaa creeee´?????

Anónimo dijo...

a mi jimena cabello me quizo levantar en un boliche, me agarró re en pedo, pero así y todo logré escabullirme. Luego me enteré que ella les decía sus colegas "es raro, es medio rarito..."

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