Si el gobernador Oscar Mario Jorge de veras se enojó porque lo dibujaron un poco ridículamente en un mural -y se quejó de que algunos diputados del FrePam supuestamente pusieron plata para comprar la pintura- mucho más tendría que enfadarse ahora que desde el bloque de diputados que Carlos Verna le maneja por teléfono, estén anunciando decisiones del poder ejecutivo que el propio gobernador ha descartado.
La verdad que ahora fueron los diputados de su propio partido lo que lo dejaron pintado.
Es un caso más -no el único, posiblemente tampoco el último- en que la figura de Jorge queda desautorizada (por usar una palabras bastante amable) por el comportamiento de sus propios compañeros, que lo hacen quedar como una suerte de marioneta que maneja poco y nada de lo que ocurre políticamente a su alrededor.
Ahora ha sido el diputado y sindicalista Daniel Lovera -que es secretario general del Centro de Empledos de Comercio, en General Pico- el que como si en vez de legislador fuera ministro de Salud o de Economía, anticipó a algunos medios amigos (más concretamente, a Radio Noticias) que el ejecutivo está trabajando para lograr un incremento salarial, que es lo que vienen exigiendo los trabajadores en conflicto.
Jorge y algunos de los funcionarios que todavía lo reconocen su gobernador y le responden, habían dicho en las horas previas que nada de hablar de aumento de sueldos. Y habían protestado porque -acusaban- los empleados y profesionales habían planteado el tema como una crisis general del sistema de Salud y resulta que lo que terminaban exigiendo es más plata en sus bolsillos.
La cosa es que ahora Lovera se despacha con este asunto de que se viene un aumento. Y el pobre gobernador, otra vez y como tantas, queda pedaleando en el aire. O -aunque se enoje- queda hecho una caricatura de sí mismo.
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