martes, 27 de abril de 2010

Lengualarga y piel fina

El jefe de Gabinete Aníbal Fernández se enojó porque Pino Solanas lo llamó "ministro delincuente".
El tema es que no es precisamente Fernández alguien que se cuide en sus anibaladas, por lo que su decisión de iniciarle una querella resulta por lo menos una contradicción no sólo con su habitual conducta política sino con la definición del gobierno que integra, que eliminó el delito de calumnias e injurias cuando se trate de cuestiones de interés público.
Un artículo de Horacio Verbitsky, en Página/12 de hoy, resulta impecable para describir las zonceras en que vienen incurriendo sectores de aparente centroizquierda y del oficialismo.
Un párrafo de esa nota -que vale la pena leer completa- recuerda e ilustra:

Cuando Julio De Vido querelló a Elisa Carrió, y Enrique Albistur a la revista Noticias, Néstor Kirchner les ordenó que desistieran. Ni él ni CFK recurrieron a la justicia para que acallara las voces que los acusan cada día de todo tipo de monstruosidades. Que el ministro más lengualarga del gabinete sea al mismo tiempo el de la piel más fina le hace un flaco favor a su gobierno. La justicia debería rechazar esa acción in limine y la presidente reclamarle a su principal ministro que no vuelva a hacer el ridículo con su desconocimiento de la ley y la jurisprudencia.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails