Se viene el Mundial de fútbol. Que es entre otras cosas -ya se sabe- un gigantesco negocio. Que es, también, una fiesta para los futboleros. Y que es, sobre todo, un encuentro cultural de grandes dimensiones.
Sin embargo la polémica sigue abierta, al menos en nuestro país: ¿deben los chicos ver en la escuela los partidos de la Selección Argentina?
En el espacio Toco y Paso hay algunas reflexiones y sensaciones en torno a esa cuestión. Y se esperan, desde ya, otros aportes. Toquen, pasen y lean.
El Mundial como hecho pedagógico
2 comentarios:
Me parece una reverenda estupidez. Con ese criterio deberían transmitir en las escuelas la final del Super Bowl en EEUU, los mundiales de rugby en Inglaterra o Nueva Zelanda, y demás.
El fútbol es un juego, nada más. Y ha derivado en un asqueroso negocio.
Hoy en día, es la potenciación de lo peor que nos caracteriza como sociedad: endiosar a tipos con una conducta aberrante dentro y fuera de la cancha, insultar gratuitamente a cualquiera, matar al contrario, etc., etc., etc..
Lo peor es una serie de pseudo intelectuales que tratan de justificar toda esta estupidez dotando a este juego de una aureola mística.
Tal cual dijo Eco: "El fútbol es el nuevo opio de los pueblos".
El fútbol es un juego, nada más. Y nada menos. Ha derivado en asqueroso negocio. La educación, a veces, también es un asqueroso negocio. Ver el Mundial en las escuelas, ¿no podría ser un modo de discutir y enseñar que no hay que endiosar a nadie, que no hay que matar al contrario, que no hay que putear por putear?
Publicar un comentario