Esa es la definición más o menos aceptada de "cinismo" en los diccionarios de la lengua española, independientemente de las referencias a la histórica escuela filosófica.
El ex gobernador Rubén Marín dio un ejemplo práctico: las declaraciones que publica el diario La Arena de hoy, referidas a la Ley de Medios de la que el marinismo pretende apropiarse, o ante la cual se exhibe como si siempre la hubiera deseado y promovido.
Como presidente del Consejo Provincial del PJ, Marín interpretó que la puja por esa legislación es comparable al mismísimo nacimiento del peronismo. Y contó que él piensa que es una ley que no necesita un partido, sino una sociedad. Y que hay que "democratizar los medios". Y que el asunto "en nuestra provincia no incide demasiado porque somos pocos y nos conocemos mucho, pero imagínense lo que significa en las grandes concentraciones urbanas donde la única comunicación con el exterior es la televisión o la radio y esas corporaciones todos los días acentúan problemas".
Todo muy lindo, todo muy cierto. Pero en las épocas en que era un poderoso en serio, Marín nunca movió un dedo por una ley así, que no sólo democratiza sino que tiene influencias económicas de peso, que abre las puertas a una mayor diversidad cultural y a nuevas voces.
Marín, cuando en la década del '90 estaba entre los grandes señores menemistas que cortaban el bacalao, no promocionó jamás una política en ese sentido. Al contrario: el menemismo incorporó a la ley de la dictadura normativas aún más retrógradas, que facilitaron la concentración y estimularon el monopolio. Todo, claro, como parte del toma y daca de la época.
En La Pampa que gobernaba, Marín aplicó el látigo que todos saben y empezó a convertir el canal del Estado en un apéndice ni siquiera del PJ sino más bien de algunos allegados al funcionariaje.
Ahora quiere ser la cara visible de la Ley de Medios en La Pampa. Y dice, elogioso con Cristina: "No es fácil estar en una disputa con las corporaciones económicas y los monopolios mediáticos".
Esa pelea no comenzó, en realidad, con la Ley de Medios, sino que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hubo un hito anterior: la Resolución 125, que el gobierno nacional no pudo imponer porque la oposición de derecha, con Rubén Marín y el vice-presidente Julio Cobos como operadores ilustres, votaron en favor de las patronales agropecuarias y el poder concentrado, que esa vez como ahora usó la cadena nacional de medios para voltear la imagen de la presidenta de la Nación.
En esos días se respiró la chance de una caída del gobierno nacional. Así de grave fue el asunto, aunque con su clásico oportunismo Marín ahora se haga el distraido. Tampoco era la primera vez que Marín contribuía con su conducta política a esmerilar un gobierno peronista.
Además de los episodios en la época de José Regazzoli como gobernador, la memoria también incluye el consejo que le dio a Carlos Menem para que evitara una segunda vuelta con Kirchner: Menem huyó aunque no sirvió para otra batalla y de paso, por consejo de Marín, dejó al gobierno de Kirchner entre la espada y la pared, debilitado por los pocos votos que había cosechado en la primera vuelta.
Antes que eso, Marín contribuyó a que se cayera la brevísima presidencia de Adolfo Rodríguez Saá, según las acusaciones que le hizo su propio primo Santiago Giuliano. Y un poco después se tragó con disgusto la gestión de Eduardo Duhalde, aunque no se privó de reclamarle durante una cumbre de gobernadores en La Pampa que aplicara la mano dura sobre la protesta social. Duhalde, con Jorge Matzkin como ministro del Interior, no tardó en responder: asesinaron a Kosteky y Santillán y Clarín tituló que "La crisis causó 2 nuevas muertes".
A lo mejor Marín está arrepentido de esas cosas que hizo, o que dejó de hacer (y si es así, que lo diga), pero... ¿pueden los peronistas -ni hablar del resto de los ciudadanos a los que ahora dice representar- confiar en Marín, a la luz de los hechos?
La memoria es en estos casos -como en casi todos- fundamental. Pero los que de veras han peleado por algunas convicciones y banderas no debieran dejárselas arrebatar así nomás: Marín quiere aprovechar que los otros líderes del peronismo son referentes del poder financiero como Verna, o tecnócratas como Jorge, o fachos como Tierno para mutar de derechoso neoliberal a progresista nacional y popular. Y es su propia historia la que demuestra esa falacia.
Los nuevos dichos del nuevo Marín se pronunciaron en Arata, en el marco de un encuentro pintado como de la "unidad" del PJ, en el que hubo unos cuantos vernistas, que son un poco más claros a la hora de demostrar que no se bancan las políticas esenciales del gobierno nacional.
Marín, en cambio, ahora hace como que le encantan. Al punto tal que llegó a hablar de Cristina en estos términos: "La presidenta es una mujer que tiene unos ovarios que se deben respetar. No cualquiera confronta con quienes está confrontando. Y si no la entendemos y ayudamos para que esa confrontación tenga un resultado positivo para el gobierno no habrá destino para nadie".
Mientras estuvo en el Senado, y con la 125 como mejor ejemplo, quedó claro que Marín mucho no la ayudó ni la entendió, tal vez porque -para usar la figura que él mismo impuso- no tuvo los ovarios necesarios.
J.P.G.
12 comentarios:
Impecable. Todo dicho.
bueno gavazza deja de cacarear tanto, aprovechemos ahora que marin esta de nuestro lado y que arrastre a la negrada que tiene bajo su poder hacia la plaza.
LO IMPORTANTE ES QUE LA LEY SE APRUEBE!
despues veremos, ahora para un poco la moto. si no no llegamos nunca
No es cacarear, amigo lector, sino más bien recordar, no olvidar. Para que lo que es de muchos otros no se lo adjudique uno que no tiene nada que ver. Cuando Marín era poderoso de verdad, cuando se hacía lo que él decía, cuando era un jefe en todos los sentidos (los peores, pero también los mejores), jugó para el neoliberalismo de la injusticia social. Hoy, con menos poder y menos votos, con menos respeto y menos prestigio, se arrima buscando un espacio para él, y hasta habría que preguntarse si no es más bien una carga para imponer algunas políticas que en sí mismas valen la pena. Y una aclaración: LA LEY DE MEDIOS YA ESTÁ APROBADA. No nos traguemos el discurso de que no fue consensuada y todo eso. La ley está aprobada con una clara y amplia mayoría, pero su implementación la frenan jueces que tienen conexión con personajes de la dictadura y de los grandes grupos mediáticos.
nos faltan siglos para la democracia verdadera, tenemos lo q logró el peronismo, "todo restringido". marín es un resumen de este movimiento: demagogia, cobardía, antipatria, militarismo, antipueblo, antiprogreso. venden a la madre si es necesario. algún día (no falta mucho) realmente el pueblo argentino saldrá a la calle y pasará por arriba a los clarín a los peronistas que nunca laburaron a favor de lo q dicen (menos el pueblo, que ignora eso y no tiene ideología) a los oligarcas, a los moyanos a la banca internacional, en fin...
Felicitaciones Juan Pablo!!!!
Es preciso reconocerlo, NADIE, pero NADIE, en el P.J. pampeano resiste un Archivo... La nota editorial, no ha hecho más que recordarnos veintitantos años de tragarnos sapos. Veintitantos desde la nueva democracia... pero, es cierto... la Historia reciente, aun recuerda, la gestión de Marín en la época de Regazzoli... y nada!como se dice ahora: marín, son muchos lugares donde es imposible retornar. Verna es otra figurita repetida que tampoco resiste archivo alguno, posiblemente con menos tiempo pero con más cagadas improvisadas que soluciones posibles. Compañeros, la próxima candidatura hace agua. No vamos a nombrar los que van "por afuera", dado que es y son impresentables. El radicalismo debe elegir bien su candidato, dado que otra posibilidad como ésta no se le presentará. Abrir bien el paraguas,en La Pampa, sin atacar al gobierno nacional. Si eso ocurriera, sería un error, el mismo que cometió Marino: "frenar a K", Si se apunta sólo a la provincia... hay que soplar, entra, hoy por hoy solita.El peronismo local está muy pero muy fracturado.
Qué raro es ver tanta memoria selectiva Gavazza! Porque si te acordas de Marín también deberías recordar que los Kirchner (de quienes te enamoraste tardíamente) fueron aliados INCONDICIONALES de Menem, Cavallo y todo lo que hoy dicen ellos mismos que fueron los responsables de los '90. Deberías ser un poquito más serio....
el problemqa en este pueblucho no es marin sino toda la manga de forros caretas e hipócritas que lo habitan. Y pienso principalmente en el funcionariaje de segunda linea de los que nunca sabemos sus nombres, comerciantes y empresarios, abogados contadores y médicos: TODOS FORROS, y no me apures porque voy a empezar a tirar nombres y casos de gente bien conocida.
UY! QUE MIEDO ME AGARRO! JA JA! QUE GILADA POR DIOS!
Está en la escencia del peronismo,quizá por ser una mezcolanza en sí mismo, cagarse unos a otros, luego perdonarse, volver a juntarse para volver a cagarse de nuevo, y así seguir viviendo el día a día peronista.
El caudillismo se sostuvo por décadas por obsecuentes puesteros de segunda línea, como dice el de 16.31.
Gilada es naturalizar la gravedad, matar al mensajero y chusmear en pasillos sin analizar el costo social de las complicidades y sin reclamos para que la Justicia actúe sobre quienes incumplen de deberes de funcionario público.
Los avances se lograron por denuncias periodísticas y acción judicial en temas centrales acueducto, cloacas, subsidios, medicamentos, T de C. etc.
La memoria descubre y denuncia el cinismo.
y bueno che a joderse si van a un acto a ser funcional al marinismo y al PJ tanto provincial y nacional a joderse, supongo que tendrian que saberlo y no se tan boludos.
yo dije uno esta de acuerdo con una ley pero hay que ser funcional con un partido que avaló, apoyó, defendio 10 años de entrga del patrimonio argentino y ademas autoritarios y corruptos.
a joderse siempre hay boludos utiles funcionales al PJ.
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