A veces las cosas salen por casualidad. Está bueno decirlo, y cada tanto repetirlo, sobre todo cuando vivimos en un mundo tan preparado para la conspiración y las estrategias maquiavélicas. Seguro que los milicos no creen esa parte del relato de Adrián Jaime, pero es así: el director de la película "Victoria" -que cuenta las peripecias de la hoy diputada Victoria Donda Pérez para conocer su identidad- se chocó con esa historia casi sin buscarla.
Le cayó del cielo. Así lo contó, al menos, en Santa Rosa, después de la proyección en el Centro Municipal de Cultura, cuando el público todavía no se había secado las lágrimas.
Jaime se topó con su "Victoria" cuando un amigo le contó, antes del picado de los domingos, que su novia tenía dudas respecto de su identidad, y que tenía pensado hurgar para conocerla. Esa novia de ese amigo era Victoria Donda. Entonces era un secreto, pero duró poco.
El documental es un gran laburo, con muy buenos resultados: el autor interviene lo indispensable. Se mete, desde ya, en los recortes, en la edición, en la selección de material. Pero no se trata de un documental clásico, con voces en off, relatos, algunas escenas compuestas para la ocasión y varias entrevistas. No: el documental es, en realidad, un seguimiento de los pasos que Victoria fue dando para saber quién es y de dónde viene.
Fueron 3 años en los que -cuenta Jaime- pasó de todo. No sólo a niveles institucionales y en la política macro, sino por sus vidas personales.
Los autores se metieron a fondo en la vida de Victoria, se entrometieron de modo casi salvaje, y sin embargo hicieron lo posible para que esa intermediación se notara lo menos posible.
"Esa no soy yo", dijo Victoria Donda cuando se vio. Es que los recortes de Jaime optaron por ponerla en un lugar bastante distinto del que hoy representa públicamente: Donda es, por si no lo saben, una legisladora -de "Libres del Sur"- bastante habladora, que no se calla, que arremete con su verba y eleva el tono; en el documental -también fruto de otra circunstancia, obviamente- parece su antónimo: se la ve callada, reconcentrada, silenciosa.
Su papel -porque en una película la persona Victoria se vuelve un personaje- es el de escuchar, el de ir atando hilos, el de comprender lo que le van contando.
La película (por suerte) ni siquiera saca conclusiones, sino que deja todo en manos de quienes la ven. "Las películas mías son todas dudas; la resolución nunca está en la película", dice el director.
Ese debate, nunca concluído, también subyace en la película, y aunque es claramente secundario ayuda a formatear una idea central del filme: más dudas que certezas, más preguntas que respuestas.
La historia de Victoria ayuda para la trama, porque es novelesca. Hija de padres desaparecidos, es además la sobrina de un tío represor que parece haber tenido mucho que ver con su drama.
La película deja en claro que es imposible que su tío Adolfo Miguel Donda Tigel, uno de los capos de la ESMA, no hubiera sabido el destino de Victoria y de su madre.
Ella fue a parar con sus apropiadores. Y las dudas surgieron tarde, ya entrados los años 2000. Ahí vino la ola de decisiones y resultados conmovedores: los estudios de ADN, la comprobación de la identidad, la recorrida por los familiares nunca conocidos (incluyendo su abuela materna Leontina Puebla, en Canadá), el acceso a los relatos que le confirman el "orgullo" por sus padres -que se callaron para no vender a otros compañeros, y que lucharon convencidos- y las sospechas por lo que hizo su tío.
A eso se suma otra hermana apropiada, pero con una mirada distinta de las cosas. El director Jaime también se vio en ese brete de respetar aspectos de lo más íntimo, tuvo que trabajar fino para no meterse en dolores personales y familiares. Costó, claro. Costó tanto que él y Victoria, con abogados de por medio, terminaron hablando del propio contenido de la película, de algún modo negociándolo.
A Jaime también le llegaron otros mensajes: contó un diálogo telefónico de 5 horas con los representantes de Adolfo Donda, interesados en lo que iba a denunciar el filme. Desde la honestidad intelectual, el director aseveró durante su charla en el CMC que así como la investigación deja ver que Adolfo Donda de alguna manera condenó a su cuñada e intervino en la apropiación de su sobrina, no fue quien ordenó el secuestro de ellas ni de su propio hermano, José María Donda.
Al contrario, hay testimonios que recuerdan que desde la posición de poder que ostentaba más de una vez "dio una mano" para "salvar" a su hermano, avisándole de allanamientos, logrando la liberación de algunas comisarías o gestionándole una huida del país. Luchadores como eran, los padres de Victoria nunca eligieron esa opción. Se quedaron a morir por sus ideas.
En un momento de la filmación, Donda Tigel envió una carta-documento que fue un boomerang: se comprobó que no estaba cumpliendo el arresto que le correspondía.
Durante largo tiempo los productores del filme tuvieron custodia a disposición, porque hubo amenazas constantes e historias tenebrosas.
Una noche, a Victoria le dejaron en su casa un papelito con la inscripción "AAA", aludiendo obviamente a la Alianza Anticomunista Argentina. Y en el patio, pusieron una cintita de color azul. Una cintita de color azul, justamente, le había puesto a modo de aro su madre -casi 30 años antes- cuando nació, para que alguien después pudiera reconocerla. En medio del rodaje desapareció Julio López.
La película también tiene el mérito -buscado- de no caer en debates que ya están en muchos otros lados respecto de los comportamientos morales de quienes intervienen en la historia: no es un debate acerca de si hubo dos demonios, no es ni siquiera una mirada extraña al contexto; es, al contrario, un modo de estar adentro de todo eso, un descarnado choque con lo más humano de la historia.
Y se trata, desde ya, de un aporte a la memoria y a la Justicia.
J.P.G.
Fotos: M.C.F.
3 comentarios:
Que Torroba no lee nada, no lee nada, y pero, no hace nada
Que los mediios hacen lo que quieren, hacen lo que quieren, publicando lo que ellos quieren.
Si lo que publico mas abajo pasase con algun peronista, seguro seria noticia, pero como es Terroba, minga.
Pero no hay problema, la gente sabe.
El que figura como Sub Director en la pagina de la Municipalidad NO ES CONTADOR PUBLICO NACIONAL, o sea que lisa y llana ESTA USURPANDO UN TITULO y seguro que cobra por ello. Torroba, bien gracias.
Ademas, trabajo para la empresa Sol Obras, (les suena?) y es hijo de un ex intendente del Frepam.
Directora de Compras y Suministros
CPN. Nora Graciela Bruno
- Tel. (02954) 451503/1526 / 1515 / 1524
SUBDIRECTOR DE COMPRAS Y SUMINISTROS
CPN. Roque Julián Pignol (NO ES CONTADOR PUBLICO NACIONAL)
- Don Bosco 932
- Tel. (02954) 453462 / 374
Que Torroba no lee nada, no lee nada, y pero, no hace nada
Que los mediios hacen lo que quieren, hacen lo que quieren, publicando lo que ellos quieren.
Si lo que publico mas abajo pasase con algun peronista, seguro seria noticia, pero como es Terroba, minga.
Pero no hay problema, la gente sabe.
El que figura como Sub Director en la pagina de la Municipalidad NO ES CONTADOR PUBLICO NACIONAL, o sea que lisa y llana ESTA USURPANDO UN TITULO y seguro que cobra por ello. Torroba, bien gracias.
Ademas, trabajo para la empresa Sol Obras, (les suena?) y es hijo de un ex intendente del Frepam.
Directora de Compras y Suministros
CPN. Nora Graciela Bruno
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Como le explico a un nene/a de 10 u 11 años la historia de Victoria Donda y a su vez le cuento que es diputada nacional gracias a compartir la lista con la actual presidenta, pero que en el Congreso Donda pacta con los más recalcitrante de la derecha genocida argentina?.
Si alguien tiene respuestas me lo diga.
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