El gobernador pampeano Oscar Mario Jorge ya tiene un libreto escrito, si es que quiere seguir alineado al gobierno nacional.
Claro que para eso tendrá que recostarse en la figura de Rubén Marín y separarse un poco del padrino que lo designó su delfín, Carlos Verna.
Concretamente: Jorge tendrá que fijar posición respecto a la programada modificación del impuesto al Cheque.
Verna hace propaganda de esa iniciativa como un proyecto en beneficio de La Pampa. Marín, del otro lado, dice que es una chicana para quitarle presupuesto al gobierno K y advierte que sólo se beneficiarían las provincias grandes, en tanto que La Pampa se quedaría sin fondos por otros ítems, ya que Nación recortaría inmediatamente la plata que manda por otros conceptos.
Bueno… en estas horas el gobernador de Tucumán, José Alperovich, dijo lo que los K espera que digan los gobernadores leales.
Según Alperovich, la propuesta de la oposición para distribuir el impuesto al Cheque "le ocasionaría a la provincia una pérdida de 500 millones de pesos. Van a dejar de enviarnos el dinero para viviendas. A nosotros no nos conviene que se modifique la Ley porque perderíamos el apoyo de la Nación".
Exactamente algo así es lo que el kirchnerismo espera que diga Jorge, que seguramente nunca se imaginó en medio de tantos tironeos. El ministro del Interior Florencio Randazzo anda buscando al Ningo para llamarlo a una reunión, que ya se sabe que será para presionarlo.
¿Qué hará Jorge: jugará con Kirchner y Marín o con Verna y los intendentes? ¡Ja! Otro interrogante para el hombre de las respuestas demoronas…
1 comentario:
yo apuesto a que sigue K, una vez lo ví en un acto en plaza de Mayo, muy contento.
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