El canal de pocos

La penosa situación del Canal 3 de los pampeanos fue expuesta el martes, durante un debate que hubo en la Universidad Nacional de La Pampa convocado por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).
No es una novedad, sino un proceso de degradación continuo que ha institucionalizado y vuelto "normal" la decadencia de la televisión pública pampeana: a esta altura el canal 3 que es de todos lo manejan unos pocos a su antojo.
Ya ni siquiera es una herramienta de la que abusen el gobierno o el Partido Justicialista, sino más bien un organismo en el que sobrevuelan los fantasmas de la privatización, del que se aprovechan los punteros, parientes, allegados y amigos a quienes ostentan el poder político. Manejan el canal de todos como si fuera casi un "asunto de familia", y en ese tren exhiben su desprecio por el recurso humano de la emisora, por el conocimiento de los trabajadores del sector y -desde ya- por los televidentes que se tienen que comer una increíble fantochada diariamente.
En la UNLPam, y en nombre de los trabajadores que desde hace tiempo reclaman mejores condiciones de trabajo pero también una pantalla pública que refleje el pluralismo y no la censura, Gustavo Schnan planteó sintéticamente la realidad de ese organismo estatal en el que reinan -entre otras cosas- el desorden y la falta de transparencia.
Andrés D'Alessandro, director ejecutivo de FOPEA, se comprometió a plantear el caso ante la relatoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) y llamó la atención acerca de que debe ser uno de los pocos casos -sino el único- que hay en el país en el que los organizadores se organizan frente a un panorama tan oscuro en un medio público.
La cuestión del Canal 3 fue esencial durante ese debate en el que se puso la lupa críticamente sobre el trabajo de los medios y los periodistas.
Los dirigentes de FOPEA, además, se reunieron con funcionarios del gobierno provincial para exigir una ley de acceso de información que facilite los trámites y no los entorpezca o les ponga obstáculos. Claro que el gobierno destinó un "pinche" para hablar del tema: acudió el director de Prensa Bruno Cazenave, ante la inexistencia de un subsecretario de Medios de Comunicación.
Al mismo tiempo, el nuevo director del canal Daniel Wilberger les planteaba a los trabajadores la idea de sumar una señal deportiva. Los empleados no están en desacuerdo con esa iniciativa, pero no pueden creer que eso haya sido lo primero que tenía para decir un funcionario que llega en un contexto de crisis y después del paso rasante de varios directores, mientras algunos gerentes siguen operando como si fueran los verdaderos propietarios del canal de todos los pampeanos.
Los trabajadores le apuntan sobre todo a un engranaje del vernismo, Juan Carlos Matilla, a quien caracterizan como el ejecutor de la censura. El último de esos episodios de manipulación se está dando con la crisis en la Salud Pública, que en la pantalla oficial se esconde, como bien destacan los trabajadores en su blog.
En ese marco, finalmente, el senador radical Juan Carlos Marino formuló una denuncia formal por discriminación ante el INADI local que conduce Santiago Ferrigno. Planteó que el canal debería tener pluralidad de voces y recordó el día en que juraron los legisladores y la imagen de los opositores fue "levantada". Schnan contó otra cosa durante el debate del martes: dijo que los hechos de corrupción, la falta de transparencia y los manejos que se hacen en el canal 3 no sólo llevan a que haya material fílmico que nunca se utiliza por decisión de no sacar al aire noticias o voces que puedan ser críticas del oficialismo, sino que además no se descarta -por ejemplo- que algunas imágenes de marchas de protesta, movilizaciones y concentraciones hayan terminado en manos de algunos jueces o policías. Con lo cual se estaría usando la tarea de los trabajadores de prensa no para formar parte de un producto periodístico, sino más bien para auxiliar operaciones de buchoneo.