Desentusiasmo

Ya se sabe la costumbre de dudar que tiene Carlos Reutemann.
Aún así, y no se entiende muy bien por qué razón, según se dice, habría una porción de argentinos dispuestos a confiar en él como candidato a presidente. Y como en general su obrar seduce al establishment -en ese caso sí se entiende por qué- cada tanto reaparecen sus supuestas intenciones presidenciables.
Pero hace poco se declaró "desentusiasmado", una palabra que no existía pero que a partir de ese mismo momento cobró un claro significado: hay algo que no lo entusiasma para seguir adelante en su carrera política.
Y como en este asunto siempre hay lenguas venenosas, la gente es mala y comenta...
No obstante, tampoco puede obviarse un detalle: la intimidad de los actores políticos -para bien, para mal o para nada- influye notablemente en sus decisiones públicas, que afectarán al conjunto.
¿Qué tiene que ver todo esto? Que la ex mujer de Reuttemann, Mimicha Bobbio, eligió como modo de misteriosa expresión el blog con el que cuenta, y que parece muy pero muy alejado de la política, y sin embargo... en este post, Mimicha abrió el paraguas y ojo...
Dice: "Directamente desde Europa hago saber al senador y a sus seguidores, en honor a la Verdad, a la cual defiendo como virtud primordial del SER, no aceptar más este juego inadmisible y solapado en el cual me veo envuelta. Si esto no finaliza, me encargaré de contar la Verdad, la cual por pudor y respeto, he sabido callar. Con toda responsabilidad, saludo a mis queridos lectores. Mimicha Bobbio".
Uy, uy, uy...