¡Juera de acá, Dakar!

El paso del rally sigue haciendo ruido.
Mientras los organizadores dudan respecto de si el año que viene el circo regresará a Santa Rosa, el subsecretario de Turismo de la Provincia, Santiago Amsé, anda diciendo que el espectáculo dejó "grandes beneficios", aunque no explica para quién.
El asunto es que en medio del show del fin de semana pasado, alguien se animó a quedar fuera de la cohorte de aplaudidores de todo lo que tuviera un logo, un color, o un cartel que refiriera al Dakar.
En medio de la euforia programada de quienes hasta llevaron carteles con la inscripción "Welcome" para recibir a los extranjeros, hubo una vecina que fijó posición en contrario: limitó su accionar a poner una cartulina, sobre el alambre de su domicilio, con la inscripción "No al Dakar".
¿¡Para quéeee?!
La gilada se puso de los pelos. Una barra que se había instalado sobre la Avenida Perón desde muy temprano, y que ya pelaba sus ristras de chorizos para hacer un asado sobre la vereda o sobre el asfalto -eran alrededor de las 10 de la mañana- reaccionó como lo hacen los fanáticos: ciegos, violentos, la emprendieron contra la mujer usando los típicos insultos que aparecen en boca del macho tuerca.
Aprovecharon la ocasión, además, para divertirse un poco, porque habían llegado demasiado temprano y tenían que cubrir las horas que faltaban para el paso de los vehículos deportivos.
La Policía se vio obligada a intervenir por su cuenta para que el asunto no fuera peor todavía.
La banda de "dakareros" (que aparece retratada en la imagen inferior) pretendía estacionar coches en la vereda y montar un campamento vaya a saberse hasta qué hora. También rompieron algunos árboles, porque parece que les impedían ver el paso de los carromatos como ellos querían.
En medio del escandalete, no se privaron de la crueldad y las amenazas. La vecina prefirió huir a otro lado para no aguantar a la horda, pero se fue intranquila porque le dijeron que le iban a romper la vivienda y envenenar los perros.
En algún momento, los barrabravas del rally hasta apelaron a las mismas palabras de Amsé y el funcionariaje, reivindicando el ruidoso circo que arruina el medio ambiente bajo la excusa de que "trae turismo".
Si el Dakar vuelve el año que viene, otra vez habrá lugar para estos "excesos de entusiasmo"... Así que mejor... ¡Dakar, juera de acá!