Trompada contra el Ningo

Y en ese rincón, el pequeño súper pluma quiso que se lo trague la tierra. Si es que se enteró de que los insultos y chiflidos eran para él, porque a lo mejor ni eso...
Ocurrió en la noche del viernes en el Club Estudiantes: al polifacético amenizador Carlos Gómez -el paisano payador- se le ocurrió, tal vez por sugerencia de algún cráneo del oficialismo, agradecer públicamente y a través del micrófono al gobernador Oscar Mario Jorge.
Ni bien lo mencionaron, fue bañado en puteadas por la multitud.
El amigo Sergio Romano difundió que el Ningo quedó contra las cuerdas, pero más bien podría decirse que perdió claramente por nocaut -y en el primer round- esa suerte de plebiscito de popularidad al que quedó sometido, posiblemente sin desearlo.
El liviano peso de Jorge -no sólo desde el punto de vista físico, sino también en cuanto al caudal político- empieza a generarle consecuencias no imaginadas. Y encima aparece tironeado a cada rato por esos dos pesos pesados (Carlos Verna y Rubén Marín) que se saben todas las mañanas y que, cada cual a su modo, intentan manotearle el cinturón. Igual a tozudo no le van a ganar, así que les va a costar bastante hacerle colgar los guantes...