Se cagan de risa

Carlos Verna, como padrino mafioso, salió con una movida que nadie esperaba. "Rubén, voy a considerar un buen gesto de tu parte si aceptás la presidencia del PJ", dijo refiriéndose a Marín, que en ese momento se estaba yendo del congreso partidario en Costa Brava. Y se movió el tablero. "Es un generoso gesto de Verna", completó Marín. ¿Qué significa semejante maniobra, inesperada por todos: que el peronismo vuelve a enamorar, que el Barba le tiene preparada otra cama a El Tío, que algo raro hay en medio de todo esto, que la Camorra se apropia una vez más monolíticamente de las decisiones? ¿O que lo recontracagaron al Ningo Jorge?