Rally de chantadas

Los que leyeron La Arena del sábado encontraron una vez más que el diario le prestó sus páginas al gobierno, para que anunciara -en el marco del Rally Dakar- el recital que esa noche se iba a hacer.
Almibarosamente, anticiparon: "La ciudad se engalana para recibir el que ha sido calificado como el evento deportivo más importante que se desarrolle en nuestro país, junto a lo que fuera la organización del Campeonato Mundial de Fútbol en el año 1978", explicó la "crónica periódistica" (por llamar de algún modo semejante engendro).
Dejando de lado la menuda comparación que se mandaron, el asunto es que la Subsecretaría de Turismo había previsto -si es que el verbo todavía les cabe a los funcionarios del área- una "noche artística" para presentarles a los miles de visitantes un poco de la cultura pampeana. Pero, como frutilla del postre para una sucesión de chantadas, el encuentro quedó directamente suspendido, sin explicaciones oficiales. Una vergüenza típica del funcionariaje a la pampeana, así que al fin de cuentas fue un buen modo de exhibir algunas de nuestras características culturales.
El asunto es que las huestes del subsecretario de Turismo Santiago Amsé (el que aparece en la foto, original del semanario Región), intentaron contratar a productores independientes para que se encargaran del asunto. Ni bien esos productores dieron los primeros pasos, empezaron los problemas.
Amsé y los suyos quisieron meter la cuchara, pese a que aceptaron su ignorancia supina para encargarse de tareas que tengan que ver con espectáculos de este tipo. Los organizadores tercerizados habían previsto que subieran al escenario algunos de los mejores representantes de la música pampeana, en diversos estilos: el tango de Juan Carlos Corso, el rock de CatalinaTom, los Rey Momo y varios más, además del grupo Zircaos, oriundo de General Pico y dedicado al teatro callejero y las acrobacias aéreas.
Pero los funcionarios "sugirieron" algunos nombres para incluir (la vieja práctica del amiguismo), anunciaron recortes presupuestarios, pidieron que se bajaran algunas propuestas y hasta explicaron que a los artistas les iban a pagar "como pudieran" (¿en 3 cuotas?). En conclusión, los productores que habían sido tanteados prefirieron dar un paso al costado, advirtiendo la escasa seriedad del asunto.
Desesperados, a pocas horas de la "noche artística", los funcionarios salieron a la caza de otros organizadores. Encontraron en el camino alguna otra negativa y terminaron presentando como "coordinador general" al ex concejal -justicialista, obviamente- Pedro Rodríguez.
El anuncio de la "noche artística" sabatina ya no tuvo nombres de tanta importancia en la cartelera. Bajaron de un plumazo a la mayoría, y sobre todo a los que podían resultar más representativos de la cultura pampeana, tal vez porque el principal objetivo perseguido fue que se tratara de propuestas baratas.
Quedaron, entonces -según el anuncio oficial que hizo La Arena- "Lo Nuestro", "Sucios", "Caly Suárez y Flor Pampa", Pablo Wett y María José Carrizo, Ulkantún, Carlos Oses, el grupo de jazz Nota Gris, Mateo Corvalán y R.I.T.O. Eligieron un "maestro de ceremonia" (así lo presentaron) acorde a la ocasión: Néstor "Pipo" Rossi.
Pero al final, la chantada les salió por la culata: el recital se suspendió sin explicaciones coherentes. Circuló el comentario de que no quisieron hacer el espectáculo en el centro -se iba a realizar en la Plaza San Martín- para que la gente no tuviera que irse del Centro Recreativo y se les aguara el negocio a los puesteros gastronómicos.
Sea por lo que sea, sea como sea, Amsé y los suyos fueron los personajes estelares de una típica chantada pampeana.