Ya está, ya pasó: se fueron. Terminó el circo de ocasión y el rally Dakar dejó Santa Rosa, con su mucho ruido y pocos euros.
Los camiones, las motos, los autos y los cuatriciclos partieron hacia el sur y dejaron en la ciudad poco más que el recuerdo de que pasaron, las fotos, el desprecio por el medio ambiente y todo lo que ya se sabe.
No ocurrió el apocalipsis tan anunciado -no faltó comida, no faltó bebida, no colapsaron el sistema de cloacas ni los celulares, ni siquiera se agotó la capacidad de alojamiento- con lo cual queda demostrado otro triunfo de la mentira mediática reproducida zonzamente.
Tampoco hubo grandes ganancias para los comerciantes locales. Ni siquiera las rotiserías, pizzerías o restaurantes sintieron en sus bolsillos la supuesta presencia de 50 mil turistas dispuestos a consumirlo todo o enfiestarse permanentemente en boliches, bares y confiterías.
Pasó el Dakar. Y tan poco nos trajeron estos visitantes de ocasión que ni siquiera nos dejaron el famoso muerto que auguró Oscar Folmer.
3 comentarios:
Vean la peli " El baño del papa" y se sentiran identificados. Je
Como que no hubo muertos....y los que se clavaron con los puestos de chori y coca que son. ¿quién levanta esos muertos?
las personas que apostaron a salvar su veranito con el dakar apostaron como al casino, si sale bien sino a llorar a la iglesia, ahora estan en la munciipalidad llorando, como si los comerciantes lloararmos cuando perdemos, esto es asi..espero que nadie caiga en la locura de devolverles el dinero aportado, porque si hubieran ganado no los escucharias.
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